El sábado estuve trasplantado los tomates de los semilleros a los tacos. Como comenté, ya habían comenzado a echar la segunda hojita y es cuando me gusta trasplantarlos a los tacos. No tienen apenas más que una raíz finita pero suficiente para que agarren. Hay que tener cuidado al sacarlos del semillero ya que son muy débiles y se pueden romper, incluso si los apretamos un poco también podemos dañarlos. El trasplante no es nada complicado si lo hacemos con cuidado. Preparamos las bandejas de los tacos con tierra de compost, apretando un poquito la tierra (solo un poquito). Mojamos bien el semillero y, con cuidado, sacamos la planta. Con un palito hacemos un agujero en la tierra del taco, donde introducimos la raíz de la planta. Apretamos por los costados un poquito para que quede la raíz sujeta con la tierra y a por el siguiente… Cuando terminemos, empapamos bien la tierra con cuidado con una regadera y aunque haya plantas que queden torcidas o caídas no pasa nada, ya se levantarán. Al día siguiente, si vemos que alguna de la hojas ha quedado pillada con la tierra, le ayudamos a sacar la hojita de la tierra. Las demás, seguro que se habrán puesto tiesitas. Durante los primeros días en los tacos, es importante tener mucho cuidado con el sol, ya que si las exponemos al sol dentro del invernadero, éste podría quemarlas por la base, a ras de tierra, y les podría dañar. Si es un día soleado, lo mejor es taparlas con unos cartones o algo similar. Si os fijáis en el vídeo, hay unas cañas por encima de las bandejas: son para colocar los cartones en caso de sol. Si por el contrario está nublado no hay porqué taparlas.