La patata va más lenta de lo normal y no me extraña con el tiempo que hemos tenido. Le costó nacer un poco más de lo normal debido a tanta agua y frío. Un vez nacidas también les ha costado ir cogiendo un poco de fuerza puesto que la ausencia de sol ha sido prácticamente total. Ahora parece que vienen buenos días y temperatura altas. Pienso que así, en pocos días, experimentarán un cambio significativo, y la mata crecerá rápidamente. Pero una cosa es la mata y otra bien diferente el grano. El refrán dice que ‘donde hay mata, hay patata’, de lo que no dice nada es del tamaño de la patata… A la patata le gusta la tierra esponjosa y suave para desarrollar el grano y con tanta lluvia como ha caido, la tierra se queda muy compacta y no estará en su mejor condición para que se hagan hermosas. Pero una cosa es la teoría y otra, la realidad. Esperemos que me confunda y el resultado sea bueno…