Cómo me gusta Navarra. Creo que tengo un gen sanferminero que hace que siempre que pueda barra para esta Tierra. Me gusta todo. Paisajes, gastronomía, arquitectura, monumentos, y sobre todo sus gentes. Y además Navarra está profundamente comprometida con el mundo autocaravanero, y la verdad es que donde no hay un área hay un parking o dos para pernoctar.
Hace un par de semanas fuimos a Isaba. Valle del Roncal. Me apetecía visitar esta zona de Navarra desde hacía tiempo. En Isaba no hay área como tal pero hay dos parkings enormes en los que se puede pernoctar con toda tranquilidad. Cada uno está en una entrada del pueblo, entrando por el pueblo, junto a los bomberos y el río. Y saliendo por el pueblo junto a la subida al puerto de Belagua o de camino hacia Ustarroz, hay otro. El de la imagen es el de salida.
Hemos estado un fin de semana de mediados de marzo, había nieve en las cumbres pero no en las montañas de alrededor. Yo nunca había estado en mitad de la nieve con la autoca, y tenía mis miedos respecto al frío. No pasa nada, más calentitos que en casa. La calefacción calienta enseguida la casita con ruedas y con los edredones de plumas mantienes el calor perfectamente.
Como llegamos el sábado a media mañana, decidimos dar una vuelta por el pueblo y comer en uno de los restaurantes, resultó ser uno de los más recomendados en una conocida web de recomendación de restaurantes, pero eso lo supimos después. Sabéis esas ventas o casas de comidas?
Pues así podéis comer aún en Isaba.
En sábado, el restaurante lleno y un menú del día de 12€ en el que te incluía primeros platos en “perolos” que te dejaban encima de la mesa. Crema de verduras, alubias o ensalada mixta. Y entre los segundos, huevos fritos con jamón, lomo o trucha con jamón. Y por supuesto postre y bebida.
Qué bien entraban esos humeantes platos. De entrante pedimos unas migas de pastor, que fueron rebañadas por los pequeños de la casa.
Desde aquí le mando a un mensaje al periodista catalán que, en apoyo al Presidente de la federación de campings de Girona, dejó a los turista en autocaravana a la altura del betún, nos trató de gorrones y de invasores, que no gastamos nada y no aportamos nada.
Ya me gustaría saber a mi si ellos se gastan lo mismo que nosotros cada fin de semana.
Como por la tarde el viento era helador, decidimos un plan alternativo a meternos en nuestra casa con ruedas a jugar al monopoly. Fuimos al cine. Sí, al cine, en Isaba. Un precioso y coqueto cine de los años … Pum, en el que echaban la película “El Desafío”. Genial. Lo disfrutamos un montón, y por 3€/persona la entrada. Igualito que en Donostia. Y después calentitos a nuestra casita rodante a tomar leche caliente con magdalenas. (También compradas en Isaba)
La idea era subir a pistas por la mañana tempranito, pero el puerto estaba cerrado en el Km 47, en la venta de Juan Pito, no se podía acceder a la estación de Arette por el lado español, por riesgo de aludes en la carretera. Entre tú y yo, para mi mejor, no me aptecía nada tirarme en trineo mientras los otros esquiaban. Así que nos quedamos un rato jugando con la copiosa nieve que había junto a la venta.
Qué dificil es hacer un muñeco de nieve. Con lo fácil que lo pintan en la tele. Al final hicimos unas cuantas peleas de bolas y pusimos rumbo a Ustarroz a por el queso del pastor, otros 17€ señor Gotanegra. Queríamos haber visitado el centro de interpretación de la naturaleza en Otsagabía, pero nos dio pereza. Para la próxima.
Ha sido un fin de semana encantador, además coincidimos en ruta y sin planificarlo, con compañeros del mundo de las autocaravanas. Qué bueno será cuando se planifique.
Espero que muchos de vosotros esteis ya saboreando las vacaciones de semana santa. No dejéis de contarme vuestros lugares visitados. Yo voy a aprovechar para tomar buena nota de todo y contaróslo por aqui en próximos posts.
Cuidado en la carretera.