En estas fechas en las que las noches caen como una losa sobre nuestras autocaravanas y para las 18.30 es practicamente de noche, no se me ocurre mejor plan que recorrer pequeños pueblos de nuestra geografía cercana en busca de aventuras.
Hace unas semanas se nos ocurrió visitar Ezcaray. Un pueblito en la sierra de la Demanda, en la vecina La Rioja. Un pueblo totalmente volcado en el turismo, que ha sabido adaptarse a los tiempos. La verdad es que conocemos Ezcaray de nuestra etapa campista, de cuando usábamos la caravana como segunda residencia en un camping cercano, y nos daba por hacer turismo. Eran otros tiempos.
Ezcaray no tiene área pero están acostumbrados a ver autocaravanas y furgos. Está a los pies de Valdezcaray por lo que en invierno es un buen punto donde hacer parada y fonda.
¿Dónde dormir en este pequeño pueblo? Pues hay varias opciones, si hay sitio podéis hacerlo junto a la antigua estación de tren, hoy reconvertida a bar restaurante. Entre cada árbol hay un hueco de aparcamiento. Sólo apto para vehículos menores de 6 metros de largo, sino sobresale mucho. SI este lado del río estuviese completo, podéis hacerlo al otro lado, bajo el abrigo de la ermita de santa bárbara, de camino hacia el albergue juvenil “El molino”.
Es un pueblito fácil de visitar, empedrado, con muchos soportales, así en invierno la gente puede seguir saliendo a la calle, reunirse y hacer compras.
Lo que más nos apetecía era ver los lugares donde se graban las escenas de la serie. La plaza del pueblo, el exterior del hostal de Cata, la comisaría de la Guardia Civil. También hemos probado su gastronomía. Las croquetas del Masip, pero no sólo croquetas, también pimiento relleno muy picante, alcachofas rellenas, y tantas exquisitices. Bien regados por vino de Rioja o vermouth riojano como Martinez LaCuesta.
Desde Ezcaray se puede acceder perfectamente a Valdezcaray, estación de esquí que para un primer acercamiento con los deportes blancos puede ser más que suficiente. También hay unas campas con mesas a lo largo del río subiendo hacia Posadas. Eso sí, la subidita se las trae, tipo a la de Aralar. Las vistas una vez que se te pasa el vértigo creado en las curvas que parece que se te sale la autocaravana, son fenomenales. Y recordad, cuanto más arriba menos sombra.
Si ezcaray se os quedase corto, aunque para los findes de invierno es una escapadita de lo más apetecible, siempre podéis visitar Santo Domingo de la Calzada o incluso Haro con sus bodegas. Me consta además que en algunas de las bodegas se puede pernoctar gracias a la formula invitación de España DIscovery.