En nuestro pasado periplo veraniego, hicimos nuestra primera parada en ruta en Perigueaux y nos prometimos volver a visitar más de esta zona porque nos pareció preciosa.
Este puente de noviembre, hemos vuelto por allí, no ha sido el mejor por el tiempo pero hemos visitado muchas cosas, y otras que nos apuntamos para volver a visitarlas con más calma, quizá en la próxima primavera, o en la siguiente subida a Europa.
La primera parada técnica fue en Saint Emilion, es nuestro pueblo fetiche, aquí hicimos nuestra primera primera parada cuando estrenamos la autocaravana, aún no tenía este blog, cuando aún éramos novatos. El caso, es que hicimos nuestra parada la noche del jueves, salimos muy tarde de Donostia, por lo que pasar Burdeos de noche, fue todo un acierto, cero atascos. Cada vez estamos evitando mejor los atascos en esta zona, y es que le vamos pillando el tranquillo a las carreteras nacionales galas.
Después de recordar nuestros primeros paseos por este pintoresco pueblo, comprar unos macarrons y un pollo para comer, pusimos rumbo a nuestra primera parada en el Perigord, Sarlat la Caneda. La pega de viajar en esta época del año es que anochece muy pronto, y claro, llegar hasta Sarlat desde Saint Emilion hizo que se nos echara la oscuridad (127KM=2horas). El área es pequeña y un poco ruidosa, cuesta 7€. Está junto al cementerio y a cinco minutos a pie de la cité medieval. Llevaros una bolsa para todo lo que podéis comprar en el Mercado de los sábados. Pan, fruta, dulces, miel, y sobre todo foie, pato en todas sus versiones. Pasamos la mañana callejeando y aprovechamos para subir en el ascensor panorámico, muy recomendable para ver Sarlat desde lo alto y conocer mejor su historia.
De Sarlat pusimos rumbo a La Roque Gageac, aparcamos en su área para comer, junto al río y la idea era recorrer sus castillos desde el Dordoña en una preciosa excursión por el agua, como nuestros amigos de Furgobidaiak. Pero ya no estaban disponibles, así que tras una pequeña visita a este pueblito, pusimos GPS para visitar los tres chateux más importantes de la zona Castelnaud La Chapelle, Milandes y Beynac. Quizá no en ese orden.
El caso es que no queríamos llegar tarde a nuestra última noche, la idea era dormir en la granja de ocas que habíamos visto por la mañana el puesto en Sarlat. Pero claro, queríamos llegar antes de anochecer para poder comprar alguna cosita en la tienda y poder también conocer la granja. Llegamos justa a las 17.30, la granjera nos recomendó que en lugar de dormir arriba en la campa verde, lo hiciéramos en la zona asfaltada, junto a la tienda, ya que daban lluvias para la noche, y el domingo no había tractor para ayudarnos a salir del barrizal en caso necesario. Le hicimos caso, y menos mal, porque llovió y llovió durante toda la noche. Vamos, que fue la noche en la que Amelie decidió conocer el Sur de Francia y dejar su rastro allá por dónde soplaba. Menuda noche.
De haber conocido un poco más, podíamos haber dormido en otras granjas mejor situadas, más al pie de la carretera sin necesidad de desviarnos tanto, y es que hemos descubierto la guía France Passion y todas las posibilidades que ofrece, y en muchas de las granjas aparece el símbolo de esta manera de pernoctar.
Asi que por la mañana, al despertarnos, cargamos agua en la granja y carretera y manta empezamos a volver a casa. Y cuál fue nuestra sorpresa que dimos un par de vueltas más al Perigord. El Google maps volvió a jugárnosla y por evitar peajes subimos y bajamos y rodeamos el Dordoña en el mejor día para conducir, lluvia y vientos huracanados que hicieron que llegáramos a casa alrededor de las cinco de la tarde, cuando habíamos salido de los patitos sobre las 09!!! De ahí que pudimos ver desde la ventana, Bergerac, Saint Foy La grande, Marmonde, Mont de Marsan, y así una docena de pueblos por los que hemos pasado sin pagar autopistas hasta casa. Teniendo en cuenta el viento que hacía y que la velocidad media era de 70km/hora no merecía la pena el pago. Hemos descubierto carreteras nacionales bastante aptas para viajes sin prisa. Por ejemplo, de Bayona a Agen, la carretera es bastante buena, doble carril. De ahí para arriba ya has evitado el atasco de Burdeos y puedes seguir por carreteras nacionales, como en el viaje de vuelta de este verano.
En fin que aunque se sabía que en tres días no nos iba a dar tiempo a verlo y disfrutarlo plenamente, hemos tomado buena nota para visitar más en profundidad esta comarca, porque nos hemos quedado sin visitar las grutas tan abundantes que hay por aquí, queremos recorrer el río, queremos volver a visitar alguna otra granja o viñedo, en definitiva, queremos tener más tiempo para poder conocerla mejor.
Y vosotros ¿tenéis algún destino al que vais y repetís porque os falta tiempo para verlo bien? Contadme, me encantará conocerlo.