O por lo menos parte de Palencia. Normalmente a esta zona vamos sin nuestra Piojita, pero os traigo algunos consejos de lugares donde pernoctar y visitar sitios bien chulos y poco conocidos.

Hay provincias menos conocidas, y desconozco el motivo, porque Palencia tiene mucho que ofrecer.

Tuvimos la suerte de conocer a una auténtica profesional en la oficina de turismo de Baltanás. Que nos dijo todo lo que podíamos ver en el Cerrato Palentino. ¿Vienes?

La primera de nuestras paradas será la iglesia visigoda de Venta de Baños, un lugar tranquilo donde pernoctar. Junto a la ermita, y con unas cuantas mesas a la sombra. EL pueblo en sí no es que sea muy bonito pero sí que es verdad que tuvo su importancia en la época medieval. Fue zona de parada obligada de los Reyes Católicos en sus viajes. Ya en los años sesenta fue nudo de comunicaciones, y es por ello que hay un pequeño museo sobre el ferrocarril. Cerca del pueblo y con fácil acceso paseando o en bicicleta, podéis llegar a la fábrica de chocolates Trappa.

Cerca de Venta de Baños y ya formando parte del Cerrato Palentino, visitamos Baltanás. (N 41º 56′ 05” / W 04º 14′ 51”) Muy cerquita de la ermita de Revilla. El pueblo es pequeñito pero agradable de visitar, sobre todo curioso de ver el barrio de las Bodegas. Más de 300 bodegas subterráneas. En la propia oficina de turismo, existe un museo del Cerrato donde explica perfectamente la arquitectura popular, las tradiciones o el paisaje típico de esta comarca castellana.

La siguiente parada obligada era visitar y admirar esa gran obra de ingeniera, el Canal de Castilla a su paso por

Fromista. (N 42º 15′ 53” / W 04º24′ 45”) El barco que sale de este embarcadero no entra en esclusas, pero las puedes ver desde tierra, donde sí se pueden visitar desde dentro es en Herrera del Pisuerga. 

Existe también caminito junto al canal para recorrer parte del mismo en bici. Ojo con el calor, que aquí aprieta bien.

No podía faltar tampoco una visita a un castillo medieval, y el mejor conservado de esta zona es el de Ampudia, cuya área está muy cerca del castillo. Merece mucho la pena visitar el museo de juguetes antiguos y dar una vueltita por sus callejuelas. (N 41º 54′ 40” / W 04º 46′ 49”)

Pero como no sólo de visitas turísticas vive el hombre, hay que regalarle al cuerpo buenos lechazos de la zona. ASí como alguna que otra visita a las bodegas de Peñafiel, aunque ya pertenece a Valladolid pero está todo muy cerquita. Nosotros fuimos a una de las más conocidos, Protos. Pero hay muchas más.

Aunque conocíamos la provincia nunca nos habíamos detenido tanto en sus detalles. Y nos ha gustado mucho, sobre todo comprobar como poco a poco, pequeños pueblitos van fomentando el turismo en autocaravana, desestacionalizando y descongestionando el turismo de sol y playa.

Nos ha quedado mucho por ver como los restos romanos de Olmeda, Covalagua, Las Loras… Pero hay tiempo para repetir y disfrutar de la provincia alargada de Castilla.