No me he quedado en Marruecos. Pero no he tenido tiempo de publicar nada antes. No sabía ni por dónde empezar a escribir.
En este primer post de la serie de Marruecos, no sé aún cuántos saldrán, haré una primera valoración de todas las cosas que hemos tenido en cuenta previas a viajar a un país como Marruecos.
1.- Documentación: Pasaporte, Seguros de viaje. Si queréis viajar a Marruecos, “sólo” debéis tener pasaporte en vigor con una validez mínima de 3 meses desde la fecha de vuelta. Eso qué quiere decir? que desde que volvéis el pasaporte tiene que no caducar en menos de 3 meses, y eso por qué? Pues porque en caso de problemas en el país para volver, que no se os complique por la burocracia. Y decía “solo” porque si os pasa como a nosotros, que teníamos los pasaportes caducados desde antes del 2010, y pensáis en un viaje así en menos de 3 semanas, se os plantea el problema de las colas, listas de espera etc. Eso sí, podéis sacaros el pasaporte en cualquier comisaría de España que tenga sitio. Nosotros fuimos a Miranda de Ebro. Era la primera que nos daba cita. Las de nuestro territorio hasta mayo no había posibilidades. Me consta que si vas por la tarde a la comisaría de Bilbao, sin cita, te sientas allí tranquilamente a echar la tarde y te lo hacen. Pero claro, nosotros teníamos que ir los 4. Porque si los niños se tienen que hacer el pasaporte, tienen que estar presentes los dos progenitores, o en su ausencia un acta notarial. Todo muy legal.
2.- ¿Perritos a bordo? No gracias. En este caso Max se ha quedado en tierra, no me he atrevido a llevarlo. Por todos los protocolos que había que seguir, además de que al ser un País con rabia no era seguro que viajara y pudiera volver sano y salvo. A lo mejor no le pasaba nada y seguramente así hubiera sido, pero no podía arriesgarme. En todo caso, si queréis viajar a cualquier país con vuestra mascota, siempre debéis informaros primero, imaginaos que llegáis al ferry o a la frontera y no os lo dejan pasar. ¿Qué harías? Para evitar esto, lo mejor es poneros en contacto con vuestro veterinario y él os informará de todos los trámites.
3.- Ferries. Compañías hay varias. Nosotros hicimos la reserva vía DirectFerries, se trata de un gestor de navieras, como un buscador que te da todas las opciones en una sola búsqueda. Y aquí tuvimos nuestras primeras dudas. Menos mal que al ir varios puedo contaros la realidad de los hechos. No teníamos los pasaportes en vigor por lo que había que esperar a tenerlos para hacer la reserva y emisión de billetes. En una compañía (Balearaia) nos dijeron que no se podía reservar sin los pasaportes correctos y que no se podían cambiar los datos es decir, no podías reservar con los viejos y después llamar para cambiar.
En cambio en otra nos decían que no había problemas. Que podíamos sacar los billetes y luego meter los datos correctos del pasaporte. Los amigos de CamperVanDeRuta así lo hicieron, y nosotros esperamos a ver si les permitían cambiar. Y efectivamente no han tenido ningún problema.
4.- Moneda de cambio. En España no es habitual ir a un banco a pedir dirhams, por lo que esperamos a estar en Marruecos para hacer el cambio de moneda. Aquí como en otras partes como India o Egipto, lo mejor es hacer los cambios en oficinas de aduanas, bancos u hoteles, en estos últimos te harán una comisión superior eso sí. Marruecos tampoco es un país de uso habitual de plástico, por lo que el uso de la tarjeta de crédito está más restringido a restaurantes u hoteles de cierta categoría. En mi caso, que nunca llevo dinero, es un reto tener cash en el bolsillo. Hemos llevado unos 900€ en metálico para hacer allí el cambio correspondiente. Y la verdad es que para pagar autopista sy gasolinas que en España normalmente lo haces con tarjeta, sí que ha sido necesaria llevar esa cantidad. Ya que todo se pagaba en metálico y éramos 4 de familia. Restaurantes, visitas, campings, gasolineras, peajes (muchos) y alguna que otra multa.
5.- Nevera y garaje llenos de agua. Tras las malas experiencias con las tripas en países de la derecha del mapa, queríamos tomar muchas precauciones, no es lo mismo irte por la patilla en un hotel de 5 estrellas que en tu casita con ruedas. EL caso es que al tener garaje grande decidimos proveernos de bidones de agua.
La nevera también la cargamos como cuando fuimos a Suiza. Varios tuppers de comida casera, croquetas de la abuela, albóndigas, merluza rebozada, y en el congelador filetes de ternera, pechugas, hamburguesas. jamón serrano, leche, vino, cerveza y alguna cosita más que allí es más dificil de encontrar. Tampoco podían faltar las latas en este caso nos llevamos algunas de Olasagasti de abrir y zampar y bonito del norte que siempre viene bien.
Aunque sabéis que somos de probar en destino cosas, así que también hubo tiempo para eso, todo bien apuntado en nuestras libretas de viaje. Lo que me lleva al siguiente punto.
6.- Lápiz y papel. Me apunté en una libreta todos los datos que normalmente están en el móvil, coordenadas GPS, teléfonos, direcciones, restaurantes. pueblos y ciudades para visitar. No me fiaba de que las conexiones en MArruecos funcionaran bien. No quería perderme. Me daba mucho agobio no entender los carteles. no tener un hilo que me conectara al mundo y a las carreteras en caso de pérdida. Para eso nos hicimos con dos pares de walki Talkies. Todo muy divertido, oiga! Aunque luego resultó que una pareja no funcionaba, con lo cuál no hemos estado comunicados con el resto de compañeros durante las largas horas de conducción.
Os dejo los otros consejos de los compañeros de El Mundo con peques que también os ofrecen algunos consejitos. Así como los amigos de CamperVanDeRuta Además de sugeriros los vídeos de éstos últimos, que os van a encantar. Ya me contaréis.