Para qué andarnos con rodeos en el título, a mi me costó mucho encontrar información de aquél país para hacerlo con nuestra casita con ruedas, así que os dejo mis consejos y pernoctas para este viaje maravilloso que hemos hecho este verano.
Contábamos con 16 días y los hemos aprovechado fenomenal, sabéis que no nos gustan las aglomeraciones, que no nos importa conducir un poco más si con eso conseguimos visitar una ciudad con menos gente, hemos ido a nuestro ritmo, sin prisa, visitando grandes ciudades y pequeños pueblos, al ritmo de los niños y del nuestro. Pero dejémonos de preámbulos. Os voy a contar nuestro periplo CentroEuropeo en dos posts, aquí va el primero:
Salimos el viernes 16 de agosto tarde de Donosti así que la primera parada fue para dormir en el área del Perigueaux (N 45°11’16”, E 0°43’51”), la idea era seguir nada más desayunar, pero estábamos de vacaciones, estrenábamos ese día el verano familiar, y la verdad preferimos disfrutar de su Mercado, de su queso, de sus frambuesas, de sus calles empedradas, nos apuntamos varias visitas para un puente largo, comimos en el área, donde se podía sacar la mesa, y bajo un árbol nos sentimos que empezábamos nuestras vacaciones.
El sábado teníamos claro que sería un día de paliza conduciendo, queríamos adelantar lo más posible, cruzar bastante de Francia e intentar tocar Alemania pero a las once de la noche estábamos un poco cansados y paramos en el área de Seurres (N 47°00’09”, E 5°08’43”) No fue una buena noche, porque dormimos solos, sin compañeros, y pasaban algunos jóvenes a beber en sus coches y bueno, dormimos más intranquilos de lo habitual. A las 7 de la mañana salimos por carreteras nacionales con ganas de tocar República Checa. Pasamos aproxidamaente a las 11.30 por Mulhouse y sobre las 20.30 llegamos a Pilsen. Aquí empezaba nuestro periplo. Normalmente llevo una guía del País a visitar, sitios mirados, restaurantes, pernoctas, guías etc. Pero de Chequia no hay gran cosa, y no es un país preparado para el autocaravanismo. Menos mal, que existen aplicaciones como el ParkNight o el CamperContact que nos salvaron en más de una ocasión. En este caso, al ser la primera toma de contacto cerca de las nueve de la noche, no concoer nada, y que de noche todos los gatos son pardos, el lugar de pernocta en Pallova 29 que nos aparecía en la aplicación no nos dió buena espina, y nos fuimos directos al camping. Para la primera noche nos pareció lo más acertado, al día siguiente fuimos de día al mismo sitio y aparcamos para todo el día la autocaravana. Junto al estadio de fútbol y muy cerca de la fábrica Pilsen Urquell. Mereció la pena ir a la fábrica, conocerla y probar su cerveza.
Tras una buena siesta después de la visita a la fábrica salimos dirección a Carlovy Vary, una horita de camino y aparcamos en un aparcamiento mixto, tanto para coches como autocaravanas, había más compañeros, se trata de un parking junto a las vías del tren, unos 30 KR/ noche. (N 50°13’46”, E 12°51’37”) aprovechamos para comprar algo de agua, fruta y pan en el súper y tras unas partidas a los seises nos fuimos a dormir. Por la mañana madrugamos para visitar la ciudad y bebernos todas las fuentes calientes.Aprovechamos para subir a la torre Diana. y al bajar nos dimos cuenta de la cantidad de turistas que empezaban a llegar. Es ciudad balneario y muy turística y eso se notaba. Nosotros pudimos sacarnos fotos en todas las fuentes sin nadie alrededor.
El martes 20 estábamos entrando en Praga pero como llovía decidimos ir directos al camping Sokol y pasar allí la tarde. Aprovechamos el Wifi para preparar un poco el viaje, mirar qué sitios más podíamos visitar y reservar una visita guiada para el día siguiente. En el propio camping nos vendieron los billetes para el transporte público, 150KR/adulto 24 horas, que nos vinieron fenomenal para recorrer Praga de lado a lado con sus tranvías y su metro. Os recomiendo encarecidamente la visita guiada con freetour (pragueando) nuestro guía José fue una maravilla.
Un par de días para visitar la capital y callejear, probar su gastronomía local y perdernos por sus barrios. Fuimos un poco turistas, sí, pero supimos mimetizarnos con el entorno. Dejamos atrás Praga para dirigirnos hacia Cesky Budejovice. Aparcamos la autocaravana en el precioso parque Stromovka, bajamos las bicis y a pedalear hasta el centro, a lo largo del canal. Un precioso paseo para subir a su torre campanario. No había turistas. Solo locales tomando sus medios litros de cerveza. Muy agusto. Después del paseo queríamos llegar a buena hora al otro Cesky, al Krumlov. Aquí aparcamos la autocaravana en la estación de autobuses (no vimos ningún autobus pero sí unas 8 autocaravanas) coordenadas: N 48°48’56”, E 14°18’31” Aprovechamos el atardecer para visitar la ciudad amurallada.
Cenamos en un restaurante junto al río, pero al otro lado del pueblo sin masificación turística. No os recomiendo la trucha ni la carpa. El codillo y la carne guisada sí. Con sus patatas y sus salsas cazadoras. Y sus jarras de cerveza. Agua con limones para los niños. Y todo por menos de 30€ los cuatro. Comer en República Checa nos ha parecido muy económico. Tanto restaurantes como supermercados. La gasolina no estaba mal tampoco y la viñeta para las carreteras fue 350KR (unos 14€).
A la mañana siguiente cogimos las bicis y visitamos Krumlov antes de que se despertara al mundo. Hicimos la vuelta al pueblo junto al río, entrando por el monasterio a la derecha. y fue precioso el paseo. Después del ejercicio decidimos hacer algo que viene siendo tradición en nuestros viajes….
El tobogán de verano. Fuimos a una zona llamada Lipno, que es lugar de veraneo de los propios Checos. Tiene un gran lago donde practicar deportes naúticos en verano y una bonita estación de esquí en invierno y en verano la usan como parque de deporte con un enorme tobogán de 20 metros de altura y varios bosleis. Plan infantil como os podéis imaginar. La suerte de viajar en autocaravana. Pasamos allí el día y dormimos en su parking. (Rope Park Lipno) y poquito a poco nos íbamos acercando al final de nuestro periplo Checo, hicimos parada en Telc, aparcamos la autocaravana en un parking público 2€/ 5 horas (le llaman P1) En Telc comimos en uno de sus restaurantes de la plaza mayor, dimos una vuelta por su río y montamos en barca. Echamos la tarde.
Y se supone que aquí acaba nuestra aventura checa, pero aún queda mucho viaje por contar. Me falta contaros la visita a las ciudades imperiales, pero eso será en el próximo post. Espero que este artículo os sea de utilidad en vuestro viaje a este precioso país, aunque Chequia aún no está preparada ni homologada para la pernocta, si usas el sentido común acabas encontrado sitios chulos en los que pasar la noche seguros.
Las carreteras en República Checa estaban de obras por todas partes, Pozor se llaman las obras.
El idioma es complicado, no hemos conseguido aprender casi nada, las gentes son correctas aunque un poco secas, sonríen poco y aunque Praga está llena de turistas el resto del país se puede visitar sin muchos agobios siempre y cuando no coincidáis con los grandes grupos de turistas de todo el mundo que van detrás de una banderita.
En el próximo post os contaré el triangulo de oro: Bratislava, Budapest y Viena con algún que otro regalito más.
No os prometo posts semanales ni mensuales como antes, pero confío en poder contaros algún otro viaje más, la verdad es que no os he traído posts, porque este año hemos viajado menos, y ya sabéis que me gusta contar sobre lo que conozco y experimento.
BidaiOn izan!