Hace unas semanas, la mitad de la familia se fueron a esquiar y como el pequeño no estaba en plena forma me quede en casa con él y mi pareja se fue con mis cuñados. Dos personas que nunca antes habían cogido, visitado o viajado en autocaravana ni nada parecido. Qué gran oportunidad para pedirles su opinión más sincera. Antes de despedirnos, les pedí que por favor, además de disfrutar del viaje hicieran un esfuerzo en mandarme sus imprensiones sobre el viaje.
Estaba tan convencida de que nuestra forma de viajar les iba a gustar…. Que me lleve un sorpresón!
Aquí os dejo su relato:
Este fin de semana mi mujer y yo hemos ido en autocaravana a esquiar, mi hermano ha sido nuestro anfitrión junto con nuestro sobrino. Ha sido nuestro “bautismo autocaravaning” , yo sabía que a mí me iba a gustar, en cambio mi mujer era muy escéptica, palabras suyas: dormiremos unos encima de otros, eso será como el camarote de los hermanos Max, allí todos juntos y revueltos,… y ni hablar del tema baño y ducha que lo veía inexistente en ese cubículo.
El viaje no duró mucho más que ir en coche y cuando llegamos a la estación lo primero que vimos fueron decenas de autocaravanas aparcadas, a pesar de ello conseguimos aparcar justo enfrente de un telesilla. Qué gozada para comenzar a esquiar al día siguiente y para la paradita del almuerzo. Me lo imaginaba bueno pero me ha entusiasmado pasar en un segundo de estar con esquís a estar en zapatillas de casa, y viceversa. Después de un día estupendo de esquí nos íbamos a volver a casa pero estábamos tan a gusto que decidimos en un momento quedarnos a pasar la tarde y la noche en un pueblo que nos gustaba allí al lado. La libertad de improvisación que tienes con la autocaravana nos pareció magnífica.
Después de todo, mi mujer reconoce haber dormido a pierna suelta en su propia habitación, tener una opinión muy distinta respecto al espacio, a la comodidad,… y encima poder ir al baño y ducharte con toda tranquilidad. Eso sí, lo de vaciar las aguas negras, ni con químicos.
Así que si nuestros grandes anfitriones nos vuelven a invitar, sin duda repetiremos.
No sé vosotros, lectores, pero yo me he emocionado al leerlo. Os acordáis del post en el que os contaba por qué viajo en autocaravana? Pues este, es el ejemplo real de que la autocaravana engancha.
Gracias por el testimonio. ¿Habéis tenido alguna experiencia similar con alguien?
