Miércoles, 19 de junio de 2013
Vercelli_Bruzolo
Desde donde estoy sentado veo lo que va a ser mañana mi última etapa italiana. Los Alpes que tengo enfrente pertenecen al Valle de Susa y en estas fechas las cumbres todavía enseñan nieve o hielo, no distingo bien, pero tiene que hacer frío hay arriba. Aquí en Bruzolo, a 443 metros de altitud, no se nota frío, al contrario, calor veraniego, unos 25˚
Lo de arriba mañana lo comprobaré, no se exactamente que altura cogeré, el rutómetro me dice 1.789 m. Esta zona en invierno es muy reputada en cuestiones de esquí, véase Briancon, en la parte francesa, y en verano es lugar para gentes que gustan de la montaña.
Esta mañana en Verceli ha amanecido con el cielo cubierto, no presagiaba nada malo, el calor a primera hora ya era agobiante, y así ha sido durante toda la jornada, la humedad relativa de esta zona de Italia ronda hasta el 70%. El camino entre pueblos pequeños y zona de regadío ha sido sofocante, el agua parecía estar evaporándose, la sensación de tanta humedad hacía que después de unos minutos de esfuerzo, tuviese que hacer una parada para beber.
Pero lo realmente duro de hoy no ha sido rodar entre plantaciones, ni hacer 130 km entre caminos y carreteras, lo duro ha sido atravesar Turín, Torino para los nativos. Ha sido sobre las 13.00 horas, poca circulación pero muy agobiante, ha habido un momento que en un cruce han coincidió: tranvía, tres autobuses de línea, coches, motos, ciclistas, peatones… los semáforos dando paso a unos y parando a otros. Motores, frenazos, bocinas, griterío y ruido, mucho ruido, “rumore” como se dice aquí. Para precisar ha sido en una plaza enorme donde había un mercado local al aire libre, gigante, donde vendían de todo.
He deseado que se parase el mundo un momento, para bajarme. ¡Que locura! Con lo tranquila que es mi Donosti. Seguro que tiene su encanto, pero hoy no he pasado por el lugar adecuado.
Ayer hablaba del tráfico que pasa por medio de cualquier pueblo, o el mismo tren, hoy le toca a las gasolineras y a sus precios.
Hay estaciones de servicio en cualquier lugar, como un comercio más, de cualquier tamaño y de multitud de compañías, yo creo que en Donosti operan como mucho tres, ¡Aquí trescientas! Curiosamente nosotros las hemos echado de las ciudades a la periferia y aquí conviven.
El precio es otra suerte, oscilan como el termómetro, por lo que he observado tiene que ver el día de la semana, la lejanía de la ciudad, etc.y claro, el precio es mucho más caro que lo que me cuesta normalmente, en un día he observado el gasoil normal esta oscilando entre 1,56 a 1.70 euros, así que esta es la tendencia, los insaciables la volverán a subir. Las hay que te sirven, la mayoría, y las que se tiene que ir a la caja central, y las que no había visto hasta ahora, en el mismo poste surtidor metes la tarjeta y agur.
La Italia de los monumentos esta acabada en mi ruta, todavía puedo ver algún castillo en lo alto de alguna colina, o ermita. Esta zona a diferencia de lo ya rodado es muy alta y escarpada, lo que defensivamente sería complicada su construcción, es zona de transito entre países, a la salida de Turín, había un cartel de carretera, en el que además de las indicaciones normales, ponía: “a los confines del estado 87 km”, casi nada.
Mañana, para allí voy