El debate está muy vivo. Los que defienden a Alberto Contador como el más inocente del mundo y los que opinan que se ha hecho justicia con la sanción de dos años por parte del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) que ha aceptado el recurso de la UCI y de la AMA, en contra de la absolución dictada en su día por la Federación Española de ciclismo.

El solomillo de Irun pasará a la historia. Según algunos porque era el más contaminado de las carnicerías de Europa. Y por otros, por ser una excusa de chirigota y por servir de estrategia a ciclista y abogados para justificar su inocencia.

La redacción de la sanción queda difusa. Entiendo que sea un buen gancho para quienes ven agresión patria desde la Galia o desde otros estamentos supuestamente antiespañoles. Probar pero sin probar el dopaje o todo lo contrario. Pues no señores. Lo que el Tribunal debía decidir era si el positivo que arrojó el primer control al ciclista y el contranálisis, también positivo, era motivo de sanción o que todo se debía a una contaminación alimentaria, lo que hubiera supuesto el primer caso de positivo por ingerir un filete de carne. Además, que nadie olvide los restos de plastificantes hallados en la sangre de Contador, que tantas sospechas levantó entre los imparciales responsables de los análisis y que intentaban despistar quienes tenían intereses, bien económicos o deportivos o de patriotismo.O todos a la vez.

Parece que el TAS no se ha creído que el clembuterol era del solomillo. Ha ido más por la idea de que esos 50 picogramos de clembuterol más los restos plastificantes evidenciaban una transfusión sanguínea y por lo tanto merecedor de castigo. Que el clembuterol llegara por un solomillo, sólo en el trozo que comió Contador, y al resto de corredores nada de nada, ha llevado a sospechar y a dictaminar al TAS, como la UCI y la AMA sospecharon en su momento. Y no se han creído tampoco que los restos plastificantes, también algo exígeno, por supuesto, no tuvieran ninguna vinculación con algún método prohibido.

Ahora llegará el cachondeíto europeo con el dopaje español y de algunas de sus figuras. Recordarán los últimos episodios de tramas, operaciones fallidas, sustancias que aparecen y desaparecen, indicios, doctores que repiten y repiten, entrenadores con bolsas de sangre, suicidios, pisos en la Sierra, camellos, conversasiones grabadas que no se aceptan, nombres falsos, metáforas, calendarios deportivos marcados, miles de euros en bolsas…