¿Alguien tenía duda de que Illarramendi era más violento que Pepe? Gracias Teixeira. Gracias Comité de Competición. Yo no lo tenía claro. Ahora, sí.

Por fin ha destapado que ese rubio vasco con rayas blancas y azules, o de amarillo, es un energúmeno que da patadas en el centro del campo, da manotazos, pega cabezazos, finge que le han roto la cara. Habla y habla y habla. Provoca y provoca.

Por fin descubrió (ese colegiado) que con una tarjeta amarilla es suficiente para que Pepe siga con sus brillantes lecciones pedagógicas sobre el campo y que los niños y adolescentes tomen nota. Y si alguien le expulsa siempre habrá un zumbido desde el banquillo, con aspavientos, manos a la cabeza, mordiendo la oreja al cuarto árbitro o metiendo el dedo en el ojo del primero que pase por allí. Pero expulsión, casi nunca. ¿Y dos partidos?. Por Dios!!!!

Esa patada en el centro del campo del rubio vasco es del mismo calibre de brutalidad, crueldad, agresividad, ferocidad, cólera, barbarie, salvajismo, que otras de ilustres jugadores de otros equipos aunque la respuesta del árbitro es “Siga, siga”. Pues claro, o pensábais que iba a parar el juego por esa tontería de patada al aire. La patada-machete de Illarra, esa sí que era de juzgado. Buahhhhhh.

Que bonita redacción en el acta del árbitro. “Por producirse de forma violenta con otro futbolista”.  Lo de Pepe y Carvahlo son acciones de jardín de infancia. Caricias con el pie a Messi. Mimos con la mano a Cesc. Carantoña de Lass a Messi. Besuqueos de Busquets a Ronaldo. Galanteo de Alves a Di María. Zalamería de Gregory a Zurutuza. Ternura de Oriol (el del Racing) a Aranburu.

Por supuesto correctísima sanción a Roberto Navajas, responsable de porteros de la Real, por protestar al árbitro. Dos partidos. “Por reproches a nuestra actuación”, escribió el poeta Teixeira. Eso sí, Mourinho le esperó en el parking del estadio para decirle lindezas, felicitarle las navidades y darle consejos para sus próximas vacaciones, me imagino. Por eso no hubo ni alusión en el acta. Ni por supuesto castigo. Y el Comité de Competición ni se movió de sus cómodos sillones. tenían prisa. Había furrrrrrbol en la tele.

Yo lo veo claro. ¿Y vosotros?