Espero que en la próxima campaña contra el fraude fiscal no salga mi nombre. El ciudadano, por lo general, es cumplidor con sus obligaciones fiscales. Parece que otros no. No solo quienes construyen una ingeniería fiscal para pagar menos. Y lo hacen sin prejuicios. Según las últimas informaciones, los clubes de futbol, no todos, también tienen deudas millonarias y aquí casi nadie dice nada.
Es necesario meter mano sí o sí. No se sostiene que un club como el Atlético de Madrid 120 millones de euros. O el Deportivo 90 millones. El sentido común dice que el Atlético, también otros, no debería seguir en la máxima categoría pagando fichas, sueldos, compras millonarias gracias o a cambio de no cumplir con las obligaciones, como todo hijo de vecino. Y en el caso del Depor aspira a ascender con tales deudas. El equipo gallego lleva desde 2006 sin presentar las cuentas en el Regisrtro Mercantil, como es obligado en todas las sociedades anónimas. Lamentable. ¿No hay nadie que ponga orden? Pues paree que no. Los ciudadanos deben exigir rigor, o justicia. Sin embargo, también es cierto, que cuando se toca al club de tus amores, todos nos movemos en la silla y somos capaces de manifestarnos por la ciudad para que nadie les toque un pelo. Casos de Vigo y Sevilla.
El deporte español sigue estando en el escaparate europeo con esta noticia de la deuda de 752 millones de euros del fútbol a Hacienda. Escaparate en el que también figura el dopaje, no lo olvidemos. Me imagino que en otros países hay más control del gasto, existen obligaciones de no gastar el dinero que no se tiene. Ese mínimo rigor debe aterrizar en este país. También es cierto que no todos los equipos españoles están en la misma situación de deudores. Barça, Madrid, Getafe, Villarreal, Athletic y Real Sociedad tienen el contador a cero.
Ya hay quien aprovecha la coyuntura para poner el grito en el cielo contra los clubes españoles. El presidente del Bayern de Munich se queja que su equipo pueda enfrentarse a clubes españoles con deudas. Se le escapa el tiro porque Madrid y Barça están ‘limpios’ al menos en ese apartado. Otra cosa es que miremos de reojo esas recalificaciones de terrenos o estadios, operaciones urbanísticas que tufean, deudas condonadas por instituciones, créditos a interés cero con el beneplácito de políticos que ‘gobiernan’ determinadas cajas…
Yo exigiría primero un plan de pago de deudas; segundo, un control absoluto de gasto limitado a ingresos de los clubes afectados por deuda; y tercera medida, consecuencias deportivas. Solo así el problema se solucinará. En estos tiempos no se pueden otorgar prebendas. Nadie entendería privilegios, más allá de los forofos. La Agencia Tributaria a mí no me perdona nada. A los clubes de fútbol sin embargo aprece que sí. ¿Es justo? Usted mismo.