Menudo veranito nos está dando el Athletic. Miramos hacia la izquierda y no nos creemos el sainete constante en color rojiblanco. Primero fue Bielsa y sus obras de las instalaciones de Lezama no finalizadas en plazo con el consiguiente cabreo del argentino con el capataz y con todo casco que se moviera por ‘su hacienda’. Semanas después fueron planeando los rumores que dos de sus referencias se hacían querer por las ofertas de otros clubes “¿Dejar San Mamés?. No por favor. Eso no ocurrirá jamás” Pues ha sucedido al 50%. Javi Martínez dijo ‘auf wiedersehen’ y abrió su etapa bávara. El adiós de Fernando Llorente no se ha producido no por falta de ganas del riojano sino por intereses. En unos meses la negociación tendrá vía libre y será muy barata y ahora habría que pagar cláusula por parte del club fichador. ¿Italia o el Barça le esperan?
Y ahora llega el esperpento del salto de la reja, de la valla de Lezama, del navarro Javi Martínez tras 1.200 kilómetros de viaje desde Munich. Profanación nocturna del segundo santuario rojiblanco. ¿Y para qué? Pues para recoger los enseres de su taquilla. Y yo me pregunto, ¿qué tenía Javi en esa taquilla como para acudir a medianoche, saltar la valla y montar todo el circo?. ¿No podría haberle dado el Bayern de Munich un kit mejor como para olvidar lo que tenía en Bilbao? ¿No ha pillado suficientes euros como para comprarse una o diez taquillas repletas de cremitas, toallas, maquinilla de afeitar, champú, chancletas, perfume de Armani o unas espinilleras usadas? ¿Tendría algo tan personal que no quería que ni sus excompañeros lo vieran?
Es lo que le faltaba a Urrutia. Me imagino que ayer a primera hora el rpesidente estaría totalmente bloqueado con las noticias que estaban llegando. Se frotaría los ojos y una vez más este verano se preguntaría: “¿Me está ocurriendo esto de verdad a mí?”. El silencio del club en las primeras horas fue hasta comprensible. Alguien debía confirmar oficialmente que el asaltador era Javi Martínez y no uno que se parecía mucho al navarro. La empresa de seguridad, Prosegur, realizó el informe y aseguraba efectivamente que era el exjugador de la casa. Javi lo confirma en su twitter pero desmiente el asalto y dice que le abrieron la puerta de manera normal.
El jugador acudió con tres amigos. Quizás lo más decepcionante para él fue que el vigilante (parece que nuevo) no le reconociera y le exigiera el DNI después de un fuerte intercambio de palabras. O el guardia de seguridad ha reseteado su memoria después del amargo agur del jugador, o ha querido erigirse en la voz de miles de rojiblancos cabreados por la falta de explicaciones del navarro y por forzar el fichaje, dicen, además, mintiendo a la afición.
Total, el jugador se llevó un par de botas “son especiales” debió decir, porque el resto de pertenencias ya habían sido retiradas y permanecen en un almacén al que no accedió en la ‘noche de Lezama’.
Es el último ‘trabajo’ del navarro antes de meter el acelerador en la factoría Bayern. Su incomprensible e hilarante asalto nocturno, ha llevado a Lezama a ser noticia internacional y a que en los twitter -no solo en castellano- sino en alemán e inglés apareciera Javier Martínez y Lezama. Y por supuesto es noticia hoy en los principales periódicos alemanes y deportivos de Europa. Alguien tendrá que decirle que los piés se tienen no para saltar vallas y sí para jugar al fútbol entre otras cosas y la cabeza para no protagonizar escenas absurdas y estúpidas.
@AntxonBlanco en twitter