Dura noticia para el atletismo. El cross sevillano de Itálica, considerado como el mejor del mundo durante muchas temporadas, dice adiós a su categoría IAAF. Los recortes anunciados habían bloqueados las principales contrataciones pero existía confianza en la organización en mantener para el próximo mes de enero una carrera digna. Las últimas noticias desde la Diputaciónde Sevilla, principal soporte de la cita andaluza, han noqueado definitivamente las esperanzas. El cross sevillano desaparece como jornada para la elite mundial. Posiblemente se mantenga en el calendario como una jornada de atletismo/cross popular y de promoción.

El mazazo es terrible. La crisis se está llevando competiciones pequeñas y medianas, y parece arrasar igualmente con las grandes. Hace una temporada decía adiós uno de los mejores crosses de Europa, el alavés de Llodio. Otros han tenido que explicar a los mánagers que no había dinero para contrataciones de campanillas y su nivel ha descendido varios peldaños. Otros han pasado por la travesía del desierto de abrirlos a la participación popular, sin un solo fichaje, al menos uno o dos años.

La suspensión o desaparición del cross Itálica es un reflejo de lo que se está viviendo en el deporte. Aquellos que han vivido permanentemente enganchados a la botella de oxígeno, y casi de manera exclusiva, de las subvenciones públicas han acusado el golpe de los recortes institucionales de forma brutal. Sus presupuestos se han hecho añicos. Los patrocinadores también se han esfumado y quienes además no tenían los resortes engrasados para pinzar subvenciones privadas, han entrado en el más oscuro de los túneles.

Si hacemos caso al dicho de las ‘barbas del vecino…’, creo que algunas carreras  vascas van a mirar con lupa este acontecimiento sevillano. El cross de San Sebastián ha pasado unas ediciones con extremas dificultades. Hay pendientes un par de reuniones en los próximos días que pueden desatascar la situación o enfangarla del todo. Quizás es el momento adecuado de poner el escudo antimisiles para no caer en el tsunami y alcanzar alguna fórmula imaginativa.

PD: Si el fin de semana de Sevilla queda libre para las siguientes temporadas, no sería malo echarle un mirado para adecuar el cross donostiarra a una fecha que facilite las contrataciones y sean más baratas. La tradición de disputar Lasarte el último domingo de enero ha condicionado, no lo olvidemos, esas contrataciones por culpa del calendario internacional.