Desconozco si existe divorcio entre la calle y lo que se ha votado. Desconozco si la gente ha tenido miedo. La realidad en unas elecciones es el resultado de las urnas. En la redes sociales aparecen sensaciones o, si lo prefieren, sensibilidades, algunas a flor de piel, por cierto. Pero quienes votan, en este caso a un presidente, son las personas elegidas en los diferentes estamentos que conforman el atletismo y en las distintas comunidades autónomas. Esto que parece tan obvio, a veces no lo es y no está de más plasmar blanco sobre negro para que nadie entre en la niebla y encuentre gigantes cuando solo hay molinos.
Odriozola será presidente los próximos cuatro años. Comienza, pues, la operación Zeta/omega. La última de la era de este presidente que posiblemente no haya tenido el reflejo de preparar un relevo y planteara una transición que aglutinara a la federación de la última década con las lineas de los colectivos que no estaban ya satisfechos con los planteamientos ‘odriozolistas’. Me consta que hubo un intento serio, con una persona que concentraba el cambio moderado con un pensamiento de futuro. No pudo ser por motivos personales, y no por Odriozola, aunque también soy consciente de que el pontevedrés no hacía ascos a seguir en la presidencia.
La votación del domingo no deja fisuras. 96 a 44. Respaldo absoluto a Odri de las personas que fueron elegidas para designar al presidente. Poco más que decir. A partir de ahora, a trabajar a favor del atletismo. Los odriozolistas y los añistas. Me parece necesaria la oposición -eso también es gobernar- y sensacional que hubiese dos candidaturas. El atletismo ha ganado, seguro. Además, el programa electoral de Añó ofrecía aspectos a analizar e incluso a incorporar. Y que nadie, del equipo ganador, mire hacia otro lado porque hubo 44 votos que optaban por el cambio en el atletismo español. Casi un 30% de la asamblea.
Yo quiero imaginar que la incorporación de un director técnico en la persona del donostiarra Ramón Cid va a aportar valor añadido. Su perfil nadie lo cuestiona y ya ha ofrecido sustanciales cambios en una estructura que necesitaba un meneo. Ahora el presidente ya no tendrá el guión de seleccionador. Serán dos figuras complementarias, cada uno con su círculo de responsabilidad. El presidente remirando las cuentas y en la búsqueda de ingresos. El director técnico en su función de designar los equipos internacionales, sin olvidar el optimizar la estructura técnico-deportivo desde la promoción a la elite. Casi nada.
No son los mejores tiempos para ser presidente de una federación nacional. Los recortes llegan con el filo de una gillotina. Será indispensable manejarse con presupuestos bajos y hacer despachos para convencer de la necesidad de apoyar a este deporte. Ahí también se ha ganado con el perfil de Ramón Cid, que será mejor interlocutor que Odriozola con determinados responsables del deporte.
No caeré en la simpleza de pensar que con el triunfo de Odriozola y la aportación de Cid, el atletismo español sale de la caverna oscura de resultados internacionales. No. Pero tampoco se lo hubiese exigido a Añó en el caso de haber sido el nuevo presidente. El resultadismo lo dejamos para otros deportes redondos. La coherencia debe estar por encima de nombres y la realidad es, desgraciadamente, muy tozuda, y lo va a seguir siendo.
Las cosas deben hacerse mejor desde la Federación. En áreas claves para el futuro y ganar en transparencia en un aspecto como es el del dopaje. No valen medias tintas ni hacerse el tonto. Ya hay demasiados listos entre probetas. Es el momento de recuperar la inflexibilidad. Ramón Cid lo tiene claro. Es mejor una actuación internacional sin medallas pero sin dudas, que una actuación con podios pero con tufillo a química. ¿Está claro?
Yo siempre he creido en este proyecto Zeta/Omega de Odriozola aunque también dije en su momento que el nombramiento de un director técnico llega con años de retraso y que el presidente podía haber optado perfectamente por un relevo generacional de su trono. No es que deconfíe de él, simplemente que a veces una visión nueva oxigena un proyecto aunque sea un proyecto prometedor. Pero el ‘rey león’ ha arrasado de nuevo y desde el primer minuto, apoyo incuestionable a esta federación.