La atleta Marta Domínguez regresa al ojo del huracán de las dudas. Al calor del juicio de la Operación Puerto y con los papeles del sumario sobre la mesa, la documentación ofrece la posibilidad de que la fondista fuera paciente de Eufemiano Fuentes desde 1997, aunque en los ocho años del 97 al 2005, los posibles delitos estarían prescritos, incluso según el Código Mundial Antidopaje que situa esa prescripción en ocho años, el doble que en la Española.

La información aparecida este fin de semana y publicada por nuestro compañero Calos Arribas en El País, deja relaciones muy elocuentes entre los papeles de Eufemiano Fuentes con la corredora internacional. Y aquí sí, esos los papeles son del sumario, avalados por la Guardia Civil. Lo digo porque en la supuesta relación con la Real Sociedad se publicó un papel que, según fuentes cercanas a la investigación, NO APARECE en el sumario oficial, un dato fundamental… por si alguien quiere establacer una comparativa tramposa.

Conocidos los informes de la Guardia Civil donde aparecen en esos papeles las identificaciones con MARTA DGZ, o bien MZD, URCO (nombre del perro de la palentina o de su pareja), una fecha de nacimiento que coincide con la de Marta… habría que preguntarse por qué no fue imputada en su momento en la Operación Puerto y, evidentemente, la razón por la que no está en el banquillo de acusados. Aquí me pierdo.

A partir de esta duda, y conocido lo conocido, parece que es exigible que la Federación Española de atletismo mueva ficha. Soy consciente de la pereza que tiene que dar en la sede federativa meter el colmillo a este tema. Marta Domínguez ha sido algo más que una atleta internacional, algo más que una medallista, algo más que una vicepresidenta.

Es el momento de la Federación Española. Sería muy conveniente que incoara el expediente con el objetivo de que los hechos no prescriban, para investigar esa posible relación con Eufemiano Fuentes y las prácticas de dopaje que supuestamente aparecen en la documentación aportada por la Guardia Civil.

El presidente José María Odriozola debe dar un paso adelante. Ofrecer con hechos esa imagen de transparencia y persecución del dopaje en su deporte que siempre ha manifestado. No vale solo un decálogo de intenciones, es el momento de actuar. Entiendo que es muy difícil que prospere la actuación. Pero es más necesario que nunca ofrecer una imagen que transmita ‘deseo’ de aclarar las dudas que susciten esos documentos que son comprometedores. Quizás también la IAAF debería hacer un hueco en su agenda y no olvidar el asunto.

La inacción ahora mismo de la Federación Española no se entiende bien. Marta Domínguez fue una bandera de la buena atleta, de la exitosa corredora, de la comprometida deportista con su país. Pues ahora es evidente que parece necesario mover ficha para mantener o no a Marta como un referente de este deporte. No más dudas. No más inmovilidad. No más mirar hacia otro lado. No más silbar en la vía de la indolencia. El atletismo eligió hace unos pocos meses a un presidente y a unos directivos. Y se les dio la confianza no solo para manejar una situación de crisis o confeccionar una selección, que también. Se les otorgó el voto para que alejaran de este deporte cualquier atisbo de duda en actuaciones de atletas o exatletas. Y si no es así, sería recomendable que todos realizaran una reflexión en esta materia y una autocrítica reconocible.