El escenario de este país es semejante o superior al ironizado por los guiñoles de Francia. Ni los guionistas franceses imaginaron tramas como las que se están desarrollando. De las agujas como atrezzo para algunos deportistas españoles al abrigo de mendigo de Rajoy. En ocasiones han sido ironías injustas. Con el paso del tiempo, quizás más de uno se vea obligado a bajar la cabeza.
El último capítulo es la Operación Puerto que está dejando jirones de dudas y además la jueza en lugar de sacar todo el pus de la herida, prefiere colocar una tirita con Bugs Bunny o Mafalda y tirar para adelante. En las últimas semanas vemos en los banquillos bravucones que tienen una arsenal de correos electrónicos, agendas con miles de apuntes de pagos y donaciones, o bolsas de sangres identificadas con nombres de perros.
Los juicios paralelos de la sociedad son más coherentes que la leche pero todos tenemos la sensación que las sonrisas y peinetas de los encausados, acabarán pegadas en nuestras frentes mientras nos gritan a todos los demás “Bobos, ya os lo decía. No había nada de nada”.
Actuaciones que parecen avergonzar a medio mundo. Y sin embargo las banderas enrocadoras que ondean levantan vientos de temor: “Por el bien del deporte español” “Por el bien del Estado” “Por el bien de la democracia”. ¿Es eso lo que queremos? No. Todo es más sencillo. En el tema deportivo/dopaje, algo tan fácil como exigir a la jueza que pida a Eufemiano los nombres de los tramposos, de quienes engañaron y levantaron el muro del fraude. Y si ella no lo puede juzgar, que al menos coloque en la bandeja de la transparencia los datos necesarios para que otros inicien la investigación. Sería la primera piedra para construir un futuro deporte limpio y creible por todos. De lo contrario, las alfombras volverán a estar repletas de porquería y será a los ojos de los demás un deporte español fraude aunque la acusación sea tremendamente injusta.
Esos personajes que se aprovecharon, o trabajaron por ello, de las rendijas que ofrecían las leyes, el código penal, el entramado de la sociedad… parece que tienen un baul de herramientas para agarrar de las pelotas a más de uno y de dos y de tres. Así lo parece. De lo contrario, es imposible entender lo que estamos viviendo. Y de ahí ese último aviso de Eufemiano Fuentes al mismo José María Odriozoloa, presidente de la Federación de atletismo: “Como mejor estaría es calladito” ¿Por qué? Solo lo sabe el médico canario. Y ante este desafío, únicamente cabe una respuesta, una exigencia: que hable.