Unos párrafos del post publicado en este blog el 3 de diciembre:

“No seré yo quien pida su continuidad ni su cabeza. Quizás, eso sí, sería coherente dejar trabajar a la gente y analizar los datos con resultados finales, con perspectiva, con trayectoria, y no que cada 90 minutos de un partido se forme un plebiscito. Es saludable opinar y criticar y aportar. No lo es el mal meter y zancadillear.

Es coherente y necesario permitir que el profesional trabaje con tranquilidad, eso sí con exigencia. Y debe serlo para Montanier y para el siguiente que dirija a la Real Sociedad, que llegará antes o después.

Su contrato finaliza el 30 de junio. – ‘¿Y si el equipo llega a Champions?’. – ‘Pues que le den’, gritarán a coro.”

(Post completo titulado “Montanier, reservado el derecho de dimisión”)

Cien días después (11 de marzo):

La Real Sociedad bordeando puestos Champions. Ha crecido el equipo. Los jugadores se han revalorizado. Ha ganado al Barcelona, Atlético de Madrid, Athletic, Málaga, Valencia… metió tres goles al Madrid en su campo. No parece mal balance.

Y sin embargo el entrenador no ha renovado. Finaliza su contrato el 30 de junio, tal como recordé hace tres meses para todos aquellos que pedían su cabeza a gritos en Anoeta. La grada es soberana… aunque por lo visto no siempre hay que hacerle caso del todo. Es interesante conocer la opinión de los socios/accionistas pero es evidente que desde nuestros asientos nos faltan claves y no todos están en la misma línea aunque unos centeneres pueden hacer más ruido que 25.000.

La apuesta ha salido bien. Todos sabemos que en el fútbol las apuestas no siempre son racionales. No seré yo quien diga que ahora los éxitos de la Real tengan a Montanier como principal responsable. Él será uno de ellos, al igual que cuando el equipo no carburaba también tendría su parte de culpa. Esta plantilla, estos jugadores, el colectivo, son los avales de los logros. Por supuesto.

Ahora llega la rampa final de la temporada. Dos meses y medio por delante. Once partidos. Y faltan todas las renovaciones del esqueleto técnico (no del deportivo, porque el Consejo ha hecho una labor excelente en este sentido), comenzando por el Director Deportivo y por supuesto por el entrenador. La lógica dice que Loren tiene que ser el primero en firmar. Luego, él decidirá si el actual entrenador es el ideal para seguir un tercer año o no lo es.

Desde fuera parece que el francés se ha ganado el pulgar hacia arriba. ¿Un año, dos años…? Todos los clubes estarían ofreciéndole la renovación después de ver el juego del equipo y mirando la clasificación actual. Pero ha sido una temporada con tanto mar de fondo, que el patrón ha preferido sujetar la estacha y asegurar el amarre del buque. Ahora me pregunto ¿demasiado tiempo amarrado sin tener capitán en el puente de mando para la siguiente temporada? Para nada. Ha existido mucha confianza para no precipitar situaciones. Y ese es otro haber de Montanier: no presionar en el apartado personal y no exigir jugadores y jugadores para reforzar la plantilla cuando las cosas no pintaban bien. Se le podrá criticar al francés por sus debilidades (como a cualquier entrenador), pero seamos justos.

Las conversaciones entre Consejo y entrenador no las conozco hasta el último renglón. Me imagino que en su momento se dieron un tiempo para sopesar todos los aspectos y ver cómo crecía o no el equipo. Me da la impresión que los datos son incuestionables: en los últimos 17 partidos solo se ha perdido frente al Madrid y ofreciendo allí muy buena imagen, y ahora mismo nueve partidos sin perder. Hoy se cumplen exactamente 4 meses de aquel triunfo en Málaga que significó el primer silenciador de los gritos de “Montanier dimisión” una semana antes en Anoeta. Cómo cambian las cosas en el mundo fútbol.

Personalmente se me antoja difícil no ver a Montanier en el banquillo la próxima temporada. El crédito es total. Faltan once partidos pero no parece que el final se estropee. Solo me falta un dato: ¿Querrá Montanier seguir con nosotros? En una minientrevista en L’Equipe publicada el domingo decía: “Yo seré libre en junio y la libertad está bien. Todo será una cuestión de proyecto y de medios. Personalmente estoy abierto a todo, en España o en otros lugares…”

OK. Mensaje recibido.