El atletismo se tiene que agarrar a sus estrellas y las estrellas deben apoyar al atletismo con su presencia en los grandes campeonatos. Es la única forma que enganche este deporte entre el gran público, que se abra paso en la jungla de las televisiones abiertas, que sea noticia, que sea rentable. Quedar aislado en la cueva puede resultar trágico. Por eso el que hoy podamos escribir/hablar del regreso de una de las leyendas de este deporte. Elena Isinbaeva está de nuevo entre nosotros, los amantes de este deporte. Pero el Mundial de Estambul ha tenido más cosas, más cosas de las previstas en este año olímpico, con cita también de un Europeo rarito.
1- Un abrazo Isinbaeva. Me ha comentado esta mañana Naroa Agirre que cuando vio el concurso de la rusa en su récord mundial de 5.01, de hace unas semanas, se fijó que cuando superó el 4.90 se puso contentísima, más incluso que con el récord que llegó después. Claro, había roto el bloqueo que durante varios años le había dejado en los suburbios de la pértiga. Ese récord y el oro en Estambul, la cabeza de la pertiguista vuelve a estar en su sitio. Ha ganado con 4.80, tras comenzar su concurso en 4.70 y alejar demonios pasados. Es su cuarto título mundialista indoor. Esta vez el oro no era lo de menos. El título tenía mucho valor, más que nunca. Era regresar al primer nivel y hacerlo con autoridad. Isinbaeva is back. Pues bienvenida.
La plata ha sido para Boslak, 4.75 y récord francés. La en otra época rival directa de nuestra Naroa, ha progresado de lo lindo, y Francia estará encantada con esta plata y el oro de Renaud Lavillenie. La escuela francesa también is back.
2- Seguimos con saltadoras. Protagonismo en otra prueba de saltos. La longitud femenina. Estaba siendo un concurso normalito y de repente en la última ronda llegaron los fogonazos. La norteamericana Britney Reese voló a 7.23 m. Récord USA suprando el salto de Jackye Joyner y tercera marca de todos los tiempos bajo techo. Solo le superan registros de los años 80 con la alemana RDA Heike Drechsler 7.37, y la rusa Chistiakova 7.30, dos históricas de una época con muchos nubarrones. Otras tres saltadoras en la final de hoy por encima de 6.80. De Loach rozó el club de los 7 m (6.98).
3- Un veterano y una veinteañera en el 3.000. Cuatro atletas en 45 centésimas… en la final de 3.000 m. que dura casi 8 minutos. Emocionante final masculina con Bernard Lagat que sigue en primer alínea. Ni las tarascadas de sus excompatriotas kenianos pueden con este incombustible de la pista con la camiseta de Estados Unidos. Su marca 7.41.44 es una garantía para el 5.000 al aire libre además de por su remate poderoso. Choge y Soi dieron a Kenia plata y bronce, aunque a punto estuvo de prosperar la reclamación británica que buscaba llevarle al podio a Mo Farah, cuarto. En Londres saltarán chispas entre el europeo y los africanos.
En la prueba femenina solo había ojos para la etíope Meseret Defar. Ella misma ‘se gustaba’ y su ataque prolongado, en cabeza, y cambio de ritmo faltando dos vueltas, así lo evidenciaba. Pero le salió rebelde una keniana de 22 años Hellen Obiri. Su primera medalla internacional (fue 11ª en el Mundial de Daegu 2011) y con referencias de marcas suyas solo de las dos últimas temporadas. Se le nota que procede del 800 m (2:00.54). Ha ganado el oro en un sprint largo y valiente (8:37.16) a una atleta muy rápida (8:38.26) y que hoy se ha quedado a cuadros. Etiopía ha tomado nota para el verano. Kenia tiene jóvenes muy bien preparadas y con hambre.
4- Europa también esconde la cabeza en el 800. Si en el 3.000 mujeres hubo casi adolescencia en el oro, en el 800 masculino ha habido biberón. Un junior de primer año Mohammed Aman ha dejado a Europa sin ese caramelo que a veces es consuelo en las grandes citas, el 800. Ni el polaco Kszczot (¿cómo lo has pronunciado? Pues ahora repite) ni el checo Holusa han estado a la altura de este risueño etíope. Quizás demasiado pronto su ataque. El caso que Aman, subcampeón mundial juvenil de 800 el año pasado, ya se codea con los mayores. Tiene 1:43.37 y mucho desparpajo. Holusa, plata, y Osagie GB, bronce, no son mejores que los Reina o Marcos… pero como ha comentado en su twitter el primero de ellos, “hay que correr y estar en el sitio en el momento adecuado, y sobre todo aprovechar las oportunidades y ellos lo han hecho”. Así es.
En la parcela femenina del 800, Pamela Jelimo KEN ya parece recuperada de sus problemas físicos. Ha ganado el oro con 1:58.83, por cierto primera medalla de Kenia en esta distancia. África recupera el trono tras dos ediciones ‘blancas’ y sigue la estela de los ocho mundiales de la inolvidable María Mutola. Rusia ha hecho aguas en el mediofondo femenino. Tres puestos de finalista y un quinto puesto como mejor clasificación.
5- Jamaicana no podía irse sin un oro sprinter. Ha tenido que ser una treinteañera (casi) quien mantuviera el pabellón de Jamaica alto en la velocidad. Veronica Campbell ha estado brillante en el 60 con un crono de 7.01, a una centésima de su récord personal. Repite título y eso no se lograba desde los años 80. Desde su título mundial junior, lleva 12 años en lo más alto de la velocidad femenina. Nueve medallas en verano entre Juegos Olímpicos y Mundiales. Espléndida.
6- Sorpresas y la biblia. En 60 m vallas, ausente el cubano Robles, las miradas se dirigían al chino Liu Xiang. Pues catacroc. El asiático no ha estado fino en la final y el estadounidense Merritt le ha comido la tostada. 7.44 por 7.49. Lejos del 7.30 que aún mantiene Colin Jackson desde 1994 como récord mundial. Sorpresa también en la altura. No anda fuerte la especialidad. Los 2.40 parecen muy lejanos y llegan a cuentagotas. Hoy, el griego de apellido poco mediático Chondrokoukis, Dimitrios, ha enganchado un 2.33 a la primera, récord personal, y ha dejado en la cuenta al zigzagueante a veces Ukhov (bronce) y al sólido Silnov (plata). Los rusos todavían están pronunciando el nombre del espigado helénico, de 24 años.
No sé si habrá gustado mucho en Estambul que el veinteañero Will Claye, cuarto ayer en la final de longitud, sacara la biblia tras su triunfo en el triple salto. Su salto de 17.70 es sobresaliente, mejora su 17.50 al aire libre, y le llevan a la undécima plaza del ranking mundial de todos los tiempos. La apisonadora USA en esta especialidad no falló esta vez. Plata para otro joven cachorro Christian Taylor (17.63), en una prueba con cinco hombres por encima de 17.28, dos de ellos italianos.
7- Medallero. España ha sumado cuatro puestos de finalista: Cuarto lugar del relevo 4×400 (descalificado USA tras acabar el campeonato, y oro pues para GB); sexta Ruth Beitia, y octavos Méliz y Abad. Ninguna medalla. Lo esperado más o menos.
Estados Unidos ha ganado 9 títulos de 26 en juego y 17 medallas. Gran Bretaña, con aroma olímpico, segundo país en el medallero con 3 títulos y 9 medallas. Etiopía y Kenia, a continuación. Rusia baja escalones: solo un oro pero 10 medallas (mucho bronce, 6). Un total de 14 países con algún título y 28 con alguna medalla. España en la puntuación por naciones, contabilizando hasta el octavo clasificado de todas las pruebas, ocupa el puesto 24º. Otra vez será.