Lance Armstrong me ha cambiado la dirección de este post. Mi intención era escribir del campeonato de España que desde mañana se disputa en Pamplona. De esas pruebas con enorme interés y también quería dar dos pinceladas de ausencias que me llaman la atención.
Sin embargo Armstrong y su decisión de no presentarse al arbitraje y responder de los cargos de dopaje, obliga a realizar un análisis de lo que esta decisión significa. En primer lugar esa renuncia del ciclista es un signo de admitir la culpabilidad. No me vale ese “Ya es suficiente. Hasta aquí he llegado”, que expresa el estadounidense en su comunicado. No amiguito. En este mundo del deporte hay que defenser de una acusación tan grave y si tienes razón y eres inocente, ir hasta el final. “Acusaciones injustas y una caza de brujas anticonstitucional”. Desde luego Armstrong vive en otro mundo. Me imagino que para su país, las autoridades, los organismos… el llevar a una de sus máximas estrellas de los últimos 50 años a los tribunales, no es agradable y posiblemente habrán hecho todo lo posible por evitar dañar la imagen del deporte USA… hasta que las pruebas han sido imposible de evitar ante la Justicia.
Conocéis que he sido muy crítico con los procesos de las Operaciones Galgo y Puerto en España. Considero que las cosas no se hicieron bien. Que ha habido muchos capítulos abiertos y cerrados con tufo debajo de la alfombra (y carpetas y probetas). Que una anticuada ley ha permitido que tramposos se hayan marchado de rositas. Que hemos hecho el ridículo internacional. Pues bien este proceso contra el ciclista es un nuevo ejemplo de cómo se deben hacer las cosas. Con seriedad, teniendo las cosas claras, sin pararte a pensar quién es el inculpado, por muchos tours que tenga en su palmarés.
Estaremos de acuerdo que es muy triste para quienes amamos el deporte. El director ejecutivo de la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA), Travis Tygart, es tajante en este momento: “Es un ejemplo de un truunfo a cualquier precio y demuestra que quien engaña para ganar nunca tiene éxito, al final el tramposo siempre es descubierto“. Bueno, señor Tygart, siempre no. A veces el tramposo se agarra a la ley y aunque haya pruebas y las evidencias solo dejen un camino, un juez o una jueza, dejan sin sancionar casos lamentables para el deporte. Y le diré una cosa, en Estados Unidos no siempre ha sido así. Lo lamentable que en en la actualidad haya países con ‘cutreleyes’ antidopaje.
Armstrong perderá los siete tours, medallas olímpicas y títulos desde 1998. La USADA no se anda con tonterías. Más de uno debería tomar nota.
El exciclista dice que a partir de ahora se dedicará a criar a sus cinco hermosos (and energetic) niños y a comprometerse aún más con su Fundación contra el cáncer. Me parece fantástico y loable. Lástima que en el deporte la loa por sus ex-éxitos se ha ido por la alcantarilla.
Cambio página.
Y yo que quería escribir sobre el magnífico 800 metros que vivirá el campeonato de España en Pamplona. La despedida de Ruth Beitia en altura. Las ganas de los hombres del 1.500 metros de convencer de que no son tan malos chicos tras su fugaz presencia olímpica. O los chavales del triple y pértiga. De Eusebio Cáceres. De Nuria Fernández y el estreno del 5.000. Muchas cosas. También quería añadir un par de párrafos para Marta Domínguez. Ausencia que me deja frío. No está bien físicamente la palentina, pero sí como para dar brillo a un campeonato. Por responsabilidad con su deporte y con los aficionados que le siguen. Por el atletismo. Y luego hay quien le propone como futura presidenta de la Federación. Tendrá mil justificaciones, pero me parece fea su ausencia.
Y también pincelada para el leonés Sergio Sánchez. No está inscrito. Ausencia en Pamplona semanas después de cargar contra Jesús España porque éste renunció a la participación olímpica en los últimos días, lo que impidio la inclusión de Sergio en el equipo español. Se vio perjudicado. ¿Y ahora? Pasa del campeonato. Vale, que tomen nota. Y seguro que igualmente tiene mil justificaciones.