Los meses postolímpicos ofrecen despedidas de deportistas que la competición les ha marcado el camino. Normalmente es la combinación de una lesión prolongada, el lógico menor entrenamiento y un rendimiento que disminuye por los dos factores anteriores. No es frecuente escribir sobre un adiós de un deportista en lo más alto de su carrera, tras un título olímpico, por ejemplo. Quizás el mas sorprendente en este capítulo fue el de Miguel Indurain. Parecía que tenía cuerda para más temporadas y sin embargo se bajó de la bicicleta.
Estos días hemos conocido que dejan su ‘trabajo’ dos grandes del deporte español, el tenista Juan Carlos Ferrero y la atleta de mediofondo Mayte Martínez. El valenciano tiene 32 años y desde los 20 está a un altísimo nivel. A esa edad ganó la Copa Davis, después fue campeón en Roland Garros y hasta llegó a ser número uno mundial. Esta temporada no pasaba del puesto 100 del ranking mundial. Lógico que cuando no estás a máximo nivel, y lo ha estado durante mucho tiempo, la motivación no es la misma. El ‘mosquito’, que así le llamaban, ha sido uno de los grandes del tenis, quizás eclipsado por otros nombres de este deporte que tantas raquetas de primera fila ha dado en las últimas décadas, y aún más cuando surgió el poderío de Rafa Nadal.
Tampoco podremos disfrutar ya de uno de los mejores comportamientos en la pista de atletismo. La mediofondista de Valladolid Mayte Martínez no ha podido remontar. Sus múltiples lesiones en la espalda le han obligado a despedirse de las ‘dos vueltas’. El 800 metros siempre tendrá a esta campeona como a una de las grandes, quizás la mejor, a pesar de que no pudo con el récord de España al aire libre de otra Maite, la alavesa Zuñiga. Sus dos medallas de bronce en Mundiales tienen un enorme valor. Fueron en Birmingham y Osaka, más dos platas en Europeos. 27 carreras por debajo de los 2 minutos. Siete finales en gandes campeonatos. En una distancia donde las imperiales rusas eran casi inabordables y donde las africanas han irrumpido con desparpajo, Mayte ha sido un diamante. Su forma de competir, su carácter, sus rectas finales… todo ello quedará en el otro lado de su biografía, en esos renglones que solo la memoria puede escribir. Ojalá que sus pequeños y pequeñas de su escuela de atletismo que ahora dirige aprendan de la maestra.
PD: Otra que se va, pero por diferentes motivos, es Anna Tarrés (leer blog ‘El misterio del despido de Anna Tarrés’), quien ha confirmado que varios países han preguntado para llevarle a su estructura técnica. Normal. Por cierto, frases interesantes en una entrevista que publica Mundo Deportivo:
“Como seleccionadora ejerzo de leona cuidando su camada y cada decisión la he tomado por el bien del equipo y por encima de las individualidades”.
“Yo dije al equipo ‘si queremos medallas, éste es el camino’. Y todas estuvieron de acuerdo”.
“A veces cuesta encajar que en el deporte de alto rendimiento compite el mejor. Y si alguien es mejor que tú, te quedas fuera”. “Me encanta mi trabajo y he hecho mi trabajo con pasión y a veces la pasión es irracional”.