Es el día después a las felicitaciones. El deporte guipuzcoano afrontó un fin de semana cargado de intensidad. Y de victorias que se transformaron en emotividad. La pasión del éxito en los deportes ‘menores’ se siente más. Es mi impresión. La alegría del éxito en un equipo de fútbol de elite se desparrama en el colectivo y parece estar más sujeta entre los protagonistas posiblemente por esa sensación de ser profesional y la idea de ‘a mí me pagan por ganar’.
Ciertamente los triunfos de Bera Bera balonmano y Real Sociedad en hockey hierba poseen un componente emocional terrible. Muchas historias por detrás, muchos esfuerzos personales que se redoblan en valor al de otros. Y con ese acento de dificultad que se añade cuando es deporte femenino. En este punto se ha avanzado una barbaridad pero aún hace falta progresar otra barbaridad.
Dos equipos muy amateurs, sobre todo el de hockey, que siguen escribiendo la historia del deporte en Gipuzkoa. Dos formaciones que por fin se han llevado titulares y minutos en televisión y sus recintos se han abarrotado para ver de cerca sus gestas. Ojalá fuera una imagen que se repitiera semana tras semana.
Ahora llega el momento de los homenajes a las figuras. Igualmente es justo recordar a quienes han hecho posible que esta generación de jugadoras sean campeonas de Liga. Esos monitores, esos entrenadores de equipos de base, esos voluntarios que permiten fabricar una base de deportistas para que años después un grupito seleccionado escale en la pirámide del deporte de elite.
Por detrás de ese Bera Bera y esa Real Sociedad hay otros clubes de formación, centros escolares que han mimado durante generaciones estas especialidades. El mérito también es de ellos. Que nadie lo olvide. En este momento de tijeretazo asfixiante, de recibir noes en los despachos, de un copago permanente… es necesario llevar una reflexión a instituciones y empresas. Reconociendo la debilidad presupuestaria actual, es más urgente que nunca que los análisis sean los adecuados. Pero a los estamentos políticos no solo hay que pedirles dinero y subvenciones. No. Hay que exigirles normar, promover leyes que den oxígeno al deporte. Aquí también el I+D funciona, debe funcionar, amigos políticos. Leyes de mecenazgo, permisos menos elevados, posibilitar accesos a las instalaciones de forma gratuita a equipos de formación… Por ahora todo esto no se da en nuestro deporte y más de uno tiene la cara roja y girada.