El reciente caso de segundo dopaje de la velocista búlgara Tezdzhan Naimova eleva la cifra de deportistas que dan positivo por segunda vez y por lo tanto son sancionados de por vida. Parece que esta pena no disuade para seguir utilizando sustancias prohibidas… o quizás lo que no disuada lo suficiente es que el primer positivo se castigue solo con dos años.
El primer doble positivo de enorme repercusión en el deporte fue el de Ben Johnson. Luego han llegado una lista de otros atletas que a mi entender es ya demasiado larga. De los más recientes es el de la turca Asli Cakir, campeona olímpica de 1.500; el marchador ruso Yerokhin; y hace un tiempo el lanzador bieloruso Mikhnevich. Otros atletas también han querido burlar las normas después de haber engañado y ser cazados.
De ahí que me pregunte si la sanción de dos años es corta. Los deportistas piensan que merece la pena arriesgar y si das positivo pues un par de añitos de tranquilidad y ya regresaré al negocio. Y a seguir compitiendo con trampas. Los métodos de detección están mejorando muchísimo pero todavía tienen fisuras. El atletismo tuvo una época de sanciones de cuatro años en primer positivo para luego volver a los dos años. Y desde hace un par de meses, este deporte regresa a la sanción de 4 años en primer positivo. Hay quien esgrime la opción de primer positivo igual a fuera del deporte.
Analizar la cuantía de la sanción sería es una reflexión necesaria. Aplicar sanciones económicas durísimas, pues también. Y ya por pedir que no quede que los controles sean mejores, continuados y con mayor rigor en deportes que salen de rositas porque son de los considerados poderosos y colocan muchas puertas a los controles ‘de verdad’ y solo permiten los de la señorita pepis.