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Cosas que habías olvidado del deporte

El gol más rápido en un inicio de Liga llegó en un Sevilla-Real Madrid

La Liga 1994/95 apenas llevaba unos segundos de vida cuando escuchó el grito de ‘¡gol!’ por primera vez. Fue en un Sevilla-Real Madrid, el mismo partido y el mismo escenario del importante encuentro de este miércoles

Primera jornada de la Liga 1994/95. El Ramón Sánchez Pizjuán levanta el telón del primer campeonato tras las cuatro Ligas consecutivas ganadas por el Barcelona. Luis Aragonés entrena al Sevilla. Jorge Valdano debuta en la Liga como técnico del Real Madrid. El árbitro Díaz Vega hace sonar su silbato. Y pasa esto…

Alfonso pone el balón en juego y Zamorano lo retrasa para Milla, que pasa en corto a Quique Sánchez Flores. Quique combina con Míchel, que recibe el esférico con tiempo y espacio para girarse y preparar el centro, la especialidad de la casa. Míchel dibuja un perfecto centro de rosca para Zamorano, que controla y bate por alto a Unzué. Contado, parece que ha pasado más tiempo, pero sólo han transcurrido 12 segundos. Ese gol de Zamorano a su exequipo, el Sevilla, es el más tempranero conseguido en un comienzo de Liga y uno de los más rápidos de toda la historia del campeonato.

Antes de que el Sevilla tuviera tiempo de asumir lo que había pasado, el Madrid golpearía otra vez. Laudrup mira, literalmente, hacia otro lado mientras envía un pase a Zamorano, que salva la salida del portero sevillista con una vaselina con su pie izquierdo. Zamorano, el futbolista –junto a Amavisca- al que Valdano no quería en el Real Madrid, se reivindicaba con dos goles en apenas cuatro minutos de Liga.

El 0-3 llegaría sólo 10 minutos después en una jugada extraña. Unzúe sale del área para hacer un despeje, pero el balón rebota en el árbitro Díaz Vega y acaba en los pies de Alfonso, que remata a portería vacía y recibe una dura entrada por detrás que le provoca una lesión. Poco después entraría en su lugar Amavisca, que jugó 37 partidos de aquella Liga. 34 de ellos como titular. Marcó 10 goles. Y todo pese a que era otro jugador descartado inicialmente por Valdano.

El Real Madrid era un ciclón. Laudrup iba a tener la posibilidad de hacer el 0-4 de penalti, pero Unzué detendría su lanzamiento. Al inicio de la segunda parte, Díaz Vega señala otro penalti a favor del Real Madrid. Míchel no iba a perdonar como Laudrup. Aún habría una tercera pena máxima, esta vez a favor del Sevilla, que Bango se encargaría de transformar en el 1-4 definitivo.

Tanto el Real Madrid como Zamorano habían empezado la temporada como una apisonadora. Y así la terminaron. El Real Madrid ganó la Liga y Zamorano, con 28 goles, se convirtió en el máximo goleador. Lo que bien (y tan pronto) empezó, bien acabó.

Autor: @JorgeAznal

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