Olvidar
No sé si fueron tus silencios descarnados
tus gritos rotos
o tus golpes secos
golpes en el rostro
golpes por dentro.
Tengo el alma en mil pedazos
quiere reconstruirse
aunque sea poco a poco
pero se convierte en castillo de arena bajo el violento oleaje.
Grita mi cuerpo resquebrajado
imposible de zurcir.
Jirones de piel
desnudos al sol
como se desnudan las almas
sin pedir nada a cambio
amando por amor.
De eso te alimentaste
de mi alma en aguacero
y según se iba secando
ganabas esa partida
en la que tan sólo jugabas tú.
Sin trampas
sin cartón
pero yo
con los ojos vendados
sangrando por dentro
y luego
llorando por fuera.
Mi cuerpo se muere de dolor
de un dolor
que se queda clavado a la raíz del alma.
Me duele la vida
pero no tan sólo esta vida
también la de mis hijas
y la de las tuyas
y las de todas.
Mi cuerpo ensangrentado grita de dolor
¡devuélveme la vida!
En ese momento
decidí que debía salir de allí.
De ese pozo sin fondo
de aquel pozo que tú cavaste
de este infierno que forjaste en él.
Olvidar que quería morir.
Olvidar que estaba muerta.
Olvidar tu maldito rostro.
Olvidar tu maldita presencia dentro de mí.
Hoy necesitaría volar.
Volar lejos
muy lejos
tan lejos
que no pudieras reconocer ni mi rastro en el aire.
Pero me faltan las alas
las que tú cortaste.
Y me sobran las ganas
las que yo hice crecer.
Cuando se quiero volar
tan sólo hay anhelos por partir de nuevo.
Inicio el camino
hacia ninguna parte
pero cualquier lugar es mejor que estar a tu lado.
Me sangran los pies
pero es peor cuando supura el alma.
Me sobran inviernos.
Me faltan primaveras.
Sólo quiero campos
para florecer de nuevo
para pisarlo cada amanecer
y para recorrerlo sin prisa
sin miedo
sin ti.
Ahora y siempre sin ti
siento que mi alma grita
¡devuélveme a la vida!
Para salir corriendo
para volver a ser lluvia
para regresar a mi hogar.
Olvidar
para poder respirar.
Olvidar
para sentirme viva.
Olvidar
para vivir fuera de ti.
Olvidar
para poder olvidarte.
Olvidar
para cicatrizar el dolor.
Dedicado a todas las supervivientes.