Hubiera querido titular este blog como se merece, pero no lo quiero desvelar ahora. Prefiero esperar a darle el título que le corresponde cuando escriba en el blog del reciente viaje a Bután del que acabamos de regresar Àngels y yo. Ya me despedía el pasado 26 de marzo anunciándoos que nos íbamos a este magnífico país. Cuando leáis en papel, en las páginas del suplemento FinD de un sábado de estos en EL DIARIO VASCO mi reportaje sobre Bután, titularé el blog refiriéndome a él.
Pero antes de entrar en Bután estuvimos unos días en India (Delhi y Agra) para visitar lo más primordial. Era mi tercera incursión en el gran país asiático y Delhi ahí sigue, con su calor espantoso, su caótico tráfico, suciedad, y sus gentes.
Nuria Picas en el Makalu
En otro orden de cosas, en materia de montaña… Núria Picas, la paisana de Àngels, porque también es de Manresa, se fue a primeros de mes al Makalu, a reencontrarse con la alpinista que lleva dentro, junto al también catalán Ferrán Latorre. La corredora de carrera de montaña, campeonísima del mundo ha cambiado las zapatillas por las botas.
Ya están a punto de alcanzar el campo base avanzado a 5.600 metros de altitud después de haber llegado esta misma semana a los 4.800 metros del Hillary Camp.
Miriam, siempre recordada
Va a hacer ya 25 años de la muerte de la alpinista navarra Miriam García Pascual. Ayer martes, el club Vasco de Camping, y San Telmo Museo ofrecieron un sencillo homenaje a Miriam con la proyección de dos películas de las que ella fue protagonista de Al filo de lo imposible, escalando en el Verdon (Francia) y en el Gallinero (Ordesa). Luego coloquio dirigido por el amigo Aitor Elduaien. Previamente, Antxon Iturriza hizo de cicerone para enseñar la exposición MENDIA (hasta el 18 de mayo en San Telmo), a la madre y el hermano de Miriam. Se recordó el libro que dejó escrito Miriam hace 25 años, “Bájame una estrella”, todo un poema de la vida, la que le gustaba disfrutar a Miriam, la estrella que sigue brillando…
Volveré para contaros el viaje a Bután y la incursión a través de sus montañas en un trekking por la zona del Jomolhari.