Sí amigos míos. Cuando ustedes estén leyendo este cuarto blog, tras mis estreno bloguero el mismísimo 1 de enero de 2012, yo estaré, seguramente vomitando y echando hasta la primera papilla, porque estoy navegando hacia la Antártida por aquellos difíciles mares del Sur, cruzando el famosísimo estrecho de Drake, y el no menos conocido y temido Cabo de Hornos.
Pero no se asusten que cuando lo cruce y esté de vuelta en Donostia, no me verán ustedes con un aro de pendiente en la oreja, como manda la tradición, no, tranquilos. No es mi estilo ponerme pendiente, y además, ¿cómo se lo tomarían mis jefes?…
No sé. Ya les contaré cuando regrese. No sé como me habrá ido. Espero, escribiendo esto en vísperas de marcharme el pasado miércoles, 8 de febrero, que todo me vaya bonito y que, como suelo terminar estos blogs, que los vientos me sean favorables, y en este caso ¡nunca mejor dicho!. Porque una cosa es la travesía marítima en el velero que vamos, que estamos realizando hacia la Península Antártica; y otra muy distinta es ir desembarcando en diferentes puntos para recorrer el séptimo continente, el denominado Continente Blanco, en tierra firme, pero eso sí, helada.
Para que lo sepan, voy con una expedición internacional que la componemos, tres maños –de Zaragoza para más detalles-, con los que me entenderé perfectamente, al menos idiomáticamente hablando y espero que personalmente también, porque ya he hablado con ellos antes de partir y ya nos conocemos, aunque sea por teléfono y por e-mail; cuatro alemanes –que juegan con ventaja porque el capitán del velero también es alemán-, que espero sean majos; un brasileiro, con el que espero hacer buenas migas, por aquello de tener un amigo en Brasil, país al que no me importaría volver, y yo.
Les seguiré contando cosas de este viaje, pero no creo que en directo, sino en diferido cuando regrese.
La gala del montañismo vascoEl próximo viernes en Donostia, tendrá lugar una edición más de la Gala del Montañismo Vasco. Este año, por los motivos que pueden leer, no estaré, pero mi corazoncito sí que estará con la gente que acude a la gala, con sus organizadores, este año el centenario club Deportivo Fortuna, con la Euskal Mendizale Federazioa y con sus galardonados; con Pyrenaica y su gran director, Antonio Ortega y con sus premiados merecedores de tales galardones por sus artículos literarios y por sus fotografías.
Pero sobre todo mi corazón estará en mi recuerdo a Antxon Bandres, a quien se le hará un pequeño homenaje. Si pueden vayan a la sala de la calle Andía de la Kutxa el 17 de febrero, viernes.
Que los vientos les sean favorables. Y a nosotros, en los grandes mares del Sur, también que nos hará falta… Aunque no esté aquí porque seguiré pateando y navegando por la Antártida, hasta dentro de quince días.