Empecé y por ello me convertí en bloguero con esto de escribir este blog el 1 de enero de 2012. Justo a cinco semanas vista de irme a la Antártida. Y comencé contándoos mi compromiso de hacer una entrada cada quince días, excepto cuando estuviera de viaje.
Hoy es 12 de junio de 2014. Han pasado dos años y medio y tan solo he ejecutado ¡29 entradas!… qué fiasco os habréis llevado más de uno, cuando tendrían que haber sido medio centenar de entradas como mínimo. Y llevo, desde la última entrada en las que me prometía muy feliz ¿comprometiéndome? a estar con vosotros al menos una vez al mes. Tampoco lo he logrado. Qué le vamos a hacer.
Y, ciertamente, os tengo que contar muchas cosas, de montaña, de viajes, de aventuras. Pero es que no me da tiempo para todo. No voy a decir eso de “puedo prometer y prometo…”, porque ya me he dado cuenta de que no sirve para nada. No puedo adquirir un compromiso de cita, ni siquiera mensual, con vosotros. Lo que sí digo es que meteré alguna entrada de vez en cuando. Como ahora, después de la última realizada a mi regreso de la Polinesia Francesa. Os prometí contaros ese viaje, como también os prometí que os contaría el anterior que hice a Nepal donde en dos semanas estuve pateando por sus montañas, haciéndome 4 cincomiles y un seismil, el Island Peak.
Y ahora, hace mes y media regresábamos Àngels y yo de vivir una excitante aventura en Venezuela. Subimos al Ayuntepuy de 2.535 metros de altura, el tepuy del que nace el famoso Salto Angel. Seis días de dura ascensión y tras un día de descanso, descenso en rappel del Salto Angel, durante otros dos días. Aventura singular donde las haya. Si me permitís, os la cuento en una próxima entrada.
¿Cosas de montaña?, los que me seguís en la página semanal de los viernes en EL DIARIO VASCO, ya estáis al corriente. Escribí la pasada semana de mi participación en la 74 edición de la travesía del Fortuna. 50 kilómetros de niebla y barro…
Ahora os puedo contar que la página de mañana mismo va del primer maratón de montaña femenino del mundo organizado por el nuevo club constituido a tal efecto en Donostia llamado Abiatu, si bien la gente es de Sunbilla. Es una maratón de varias modalidades, para que ninguna chica se quede sin participar, que discurre por los montes del Bidasoa, del valle de Berroaran que alberga las localidades de Doneztebe, Elgorriaga, Narbarte y Sunbilla. Es el 7 de septiembre la primera edición y las inscripciones ya están abiertas en www.800dukado.org.
¿Más cosas?, pues nada, preparando la próxima aventura que compartiré con Àngels en Asia o África. Todavía estamos marañando la historia a ver porqué continente nos decantamos.
Os seguiré contando. Hasta entonces, gracias por seguir leyéndome en papel y en digital.