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Jon Piorno

Detrás de los focos

Lamar Odom, una bomba de relojería para el Laboral Kutxa

  Con sus 2,08 m de estatura este polivalente ala-pivot tiene absolutamente todo para triunfar en cualquier equipo del mundo, excepto su cabeza. Gracias a su altura dispone de una enorme facilidad para el rebote, además de ser un buen pasador con gran capacidad de anotación. Si está en forma y con la cabeza en su sitio no hay ninguna duda que será un jugador que marcará enormes diferencias pese a estar en declive con sus 34 años, pero la gente que le hemos seguido tenemos muchas dudas sobre él. Su rendimiento las últimas temporadas en la NBA y su vida fuera de las pistas no presagian nada bueno, pero quién sabe si Vitoria puede ser el lugar tranquilo donde este juguete roto de la NBA encuentre la paz que busca, y Lamar pueda convertirse en el jugador que haga resurgir a este tocado equipo.

¿Querejeta busca en él la pieza que le falta a este Laboral Kutxa o simplemente quiere volver a ilusionar al equipo y la afición con un fichaje mediático?
Lamar no llega precisamente en una etapa buena de su vida a Vitoria. En Diciembre la celebrity Khloe Kardashian decidía solicitar el divorcio por las adicciones de su marido y ciertos rumores de infidelidad.

Detrás del jugador de baloncesto que ha conseguido dos anillos NBA, el galardón al mejor sexto hombre o una medalla de oro en el Mundial de Turquía, hay una historia trágica: Una infancia dura, un padre drogadicto, una madre que fallece pronto, un hijo que muere a los 6 meses, un matrimonio conflictivo con una celebrity como Khloe Kardashian, y una adicción al crack y al alcohol.

Lamar es una especie de niño grande que todos lo describen como simpático y agradable, que en su época en la NBA sus asistentes le mimaban con locura. Tanto era así que “Candyman”, como le conocían por su afición a los dulces, disponía de un asistente que llenaba cada dos por tres un carro entero de chucherías y caramelos, era un completo adicto a las gominolas.

Infancia

Lamar creció en el humilde barrio de South Jamaica, situado en el condado neoyorquino de Queens, prácticamente al lado del aeropuerto JFK. Lugar donde se han criado una buena parte de raperos actuales como 50 Cent, Lloyd Banks, Tony Yayo o Nicki Minaj, además de atletas como Bob Beamon o Rafer Alston.
Su infancia no fue precisamente sencilla, criado primero por su madre y después por su abuela porque su padre, Joe Odom, nunca estuvo a su lado. Esos demonios que afectaban a su padre, ahora afectan al hijo, las drogas. Joe era adicto a la heroína, un padre que ni tan siquiera fue invitado a la boda de su hijo cuando éste se casó con la famosa Khloé Kardashian.

Su madre, Cathy Mercer, falleció de cáncer de colon cuando él tenía tan solo 12 años, así que tuvo que mudarse al hogar de su abuela Mildred, que también moriría 8 años después. Con ella tuvo una gran relación, iba a ver sus partidos y le compraba las zapatillas con las que jugaba al basket. Él la sigue recordando y conmemorando en todos sus partidos vistiendo la camiseta con el 7, el número favorito de ella. También le guarda un hueco en sus zapatillas, en las que escribe con un rotulador las personas que le han hecho sentir querido en esta vida y ya no están con él: su abuela Mildred, su madre Cathy y su hijo Jayden, que también lo recuerda con un tatuaje en el pecho, justo encima del corazón.
Son esas trágicas experiencias las que le han hecho más fuerte en la cancha, y tal vez más débil fuera de ellas. Por eso, el día que recibió el trofeo al mejor sexto hombre de la NBA miraba a la multitud y recordando a estas personas se le caían las lágrimas.

Lamar decidió refugiarse en el baloncesto, cada vez que le sucedía algo malo se relajaba tirando unas canastas. Mismamente el día que falleció su madre ni siquiera comió, se pasó el día entero en la cancha de baloncesto.

Tras destacar a un grandísimo nivel en la escuela secundaria, y ser nombrado en 1997, con 18 años, por la Parade Magazine como jugador del año, llegó con el cartel de estrella a la Universidad de Nevada. Pero poco duraría su aventura en Las Vegas por una serie de escándalos que saldrían a la luz: Según un informe de la revista Sports Illustrated la puntuación del examen ACT era demasiado alta (este examen es un test que utilizan muchas universidades para evaluar y seleccionar a los jugadores candidatos). Además, la NCAA descubrió que había recibido pagos, algo totalmente ilegal en la liga universitaria, y por último la policía le acusó de haber solicitado la prostitución siendo menor de edad. Todo ello hizo que Lamar tuviese que hacer las maletas y cambiar de universidad para irse a Rhode Island, eso sí, tuvo que estar un año entero sin jugar. Pero solo un año en los Rams le valió para dar el salto a la NBA, gracias a sus 17,6 puntos de media. El equipo consiguió el campeonato de la Conferencia A-10 gracias a un sensacional triple de Lamar sobre la bocina en la final ante los Temple.

Trayectoria en la NBA

Los “hermanos pobres” de Los Ángeles, los Clippers, le escogieron en la cuarta posición del draft de 1999, detrás de Elton Brand, Steve Francis y Baron Davis. Como rookie estuvo sensacional, debutó con un doble-doble, 30 puntos y 12 rebotes, y fue seleccionado para participar en el equipo de los rookies en los All Star. Pero en su tercera temporada en el equipo angelino iba a dar ya una pequeña muestra de su vida fuera de las canchas, cuando en 2001 era suspendido por violar la política anti-drogas de la NBA por segunda vez en ocho meses, Lamar admitió haber consumido marihuana.

Tras 4 temporadas en los Clippers y una en Miami Heat firmó por Los Ángeles Lakers, el equipo con el que iba a conseguir sus mayores logros. A la par que su equipo su rendimiento iba a ir de menos a más, y su rol como sexto hombre iba a ser fundamental para conseguir el anillo de campeón durante dos temporadas consecutivas, junto a Kobe Bryant y Pau Gasol (Su mujer llegó a regalarle un Rolls Royce por ganar su segundo anillo de campeón). Además en la 2010-11 conseguiría convertirse en el mejor sexto hombre de la NBA, el primer jugador de los Lakers que lo conseguía. La afición de Los Ángeles nunca olvidaría el juego de este grandísimo jugador, y cada vez que visita esa cancha con otro equipo el público se pone en pie y le aclama, incluso Jack Nickolson que es uno de los fijos en las gradas del Staples Center.

Una de las claves para encontrar esa estabilidad emocional fue su pareja Khloe Kardashian con la que se casaría en 2009, especialmente después de que falleciese su hijo Jayden a los 6 meses y medio de nacer. Jayden, era el tercer hijo que tuvo con Liza Morales, que moriría en su cuna por el síndrome de muerte súbita del lactante.

Decaída personal y deportiva

Odom firmó por los Dallas Mavericks, y ahí volverían sus demonios. Pésima temporada y problemas personales fuera de la cancha.
Su primo, una de las personas más cercanas al jugador, falleció asesinado en Nueva York en un tiroteo. Y tan solo dos días después, cuando iba a asistir a su funeral, Lamar viajaba como acompañante en una camioneta que chocó con un motociclista, la moto salió por los aires hacia la acera e impactó en un joven de 15 años que moriría como consecuencia de las heridas sufridas.

Estos dos hechos, más la “traición” de los Lakers por querer traspasarle, le dejaron completamente hundido, no comía y se le había borrado la ilusión por jugar, llegando a pensar incluso en la retirada. Además, su padre se encontraba enfermo y a los Mavericks, especialmente a su jefe Mark Cuban, se le agotaba la paciencia. Odom deambulaba completamente triste por las canchas de baloncesto, sin ilusiones, sin juego y abucheado por una afición cansada. La gota que colmó el vaso fue el enfrentamiento que tuvo con Mark Cuban el 7 de abril de 2012 en el descanso del encuentro frente a los Memphis Grizzlies.

El año siguiente volvería a los Clippers, y pese a jugar todos los partidos de la temporada ya no era el mismo. Su vida se había convertido en todo lo que él no quería ser, enganchado al crack y al alcohol se alejaba cada vez más de su gente cercana. Su esposa empezaba a cansarse de su actitud, y en agosto de 2013 no aguantó más y decidió echarlo de casa con la intención de que acudiese a un centro de desintoxicación (llevaba según Khloe dos años siendo un adicto al crack). Pasaron 3 días desde que se marchó de su hogar y nadie sabía de él, la prensa se preguntaba dónde podría estar, si estaría en un barrio marginal drogándose… pero regresó y dijo que había pasado unos días en un hotel de Los Ángeles tratando de conseguir ayuda por su drogadicción. Sin embargo, unos días después le detuvieron conduciendo su Mercedes completamente borracho, como consecuencia fue condenado a 3 años de libertad condicional y 3 meses de tratamiento por abuso de alcohol.

Unos meses después, concretamente en diciembre, y tras varios rumores de infidelidad (Lamar aparece en un video diciendo que ha sido infiel), su esposa decide pedir el divorcio. Una separación que parecía sencilla ya que tenían un acuerdo prenupcial y no habían tenido hijos en común, se convirtió en más complicada de lo esperado. Lamar exigía 10 millones de dólares y el anillo de compromiso (valorado en 875.000 dólares) para firmar, a cambio él guardaría silencio sobre los secretos de las Kardashian y no sacaría a la luz una cinta de sexo en la que aparecen los dos. Según dicta el acuerdo ella se quedaría con el anillo, la mansión de 4 millones de dólares ubicada en el lujoso barrio angelino de Tarzana, además de recibir por cada año que llevan casados 500 mil dólares más.

Con todos estos problemas en la cabeza llega a Vitoria. Pronto descubriremos si el bueno de Lamar ha dejado atrás sus conflictos con las drogas y con su ex mujer, y resurge en el Laboral Kutxa, un paso atrás en su carrera que se puede convertir en un paso adelante si se recupera física y moralmente. Mientras tanto los Clippers de Doc Rivers estarán atentos por si su juego vuelve a ser el de antes y quieren recuperarlo para la NBA.
Nosotros como espectadores nos sentaremos delante del televisor y disfrutaremos de este jugador, pero por su bien y por el nuestro espero que ese disfrute venga por su juego en las canchas del baloncesto español y no por lo que haga fuera de ellas.

http://youtu.be/mMTElOeAWPA

El deporte es la perfecta excusa para contar impactantes historias que las cámaras no llegan a captar.

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