Algunos de vosotros conoceréis la gran enemistad que se procesan los hinchas de estos dos equipos del East End de Londres por la película ‘Green Street Hooligans’ protagonizada por Elijah Wood. Otros muchos ni siquiera habréis oído hablar jamás del Millwall, un club humilde con una de las aficiones más célebres, fervorosas y violentas de toda Gran Bretaña. La hinchada del West Ham tampoco se queda atrás, es una de las más respetadas a la vez que temida de Inglaterra. Esta enemistad entre ambas aficiones cuanto menos tiene que ver con el fútbol, y mucho con el sector obrero al que están asociadas ambos barrios londinenses.
Para conocer las razones de tanto odio entre los ‘Bushwackers (hinchas del Millwall) y los ‘InterCity Firm’ (hinchas del West Ham) hay que retroceder más de 100 años.
Nacimiento de clubs
El Millwall fue fundado en la Isla de Perros londinense por trabajadores de una fábrica de enlatado y conservas procedente de Escocia (su indumentaria azul y blanca es por el origen escocés del equipo), y que se habían asentado en los muelles de Millwall para abastecer a los trabajadores de los barcos. De ahí procede uno de sus apodos, ‘The Dockers’ (los estibadores, ya que eran las personas que cargaban de suministros los buques). Su historia pasada y actual gira entorno a ese oficio, e incluso en el nuevo estadio se puede ver una de las gradas dedicadas a este sector.
La historia del West Ham es similar, fue fundado en los mismos muelles por los constructores de barcos de una empresa llamada ‘Thames Ironworks and Shipbuilding Co. Ltd’. Antes se les conocía como los ‘Irons’, para después ser apodados los ‘Hammers’ por la herramienta que utilizaban los astilleros para clavar los clavos, el martillo. En su escudo se pueden ver dos martillos entrecruzados, y los colores del equipo proceden del Aston Villa, ya que el que compró la vestimenta era un seguidor de los ‘villanos‘.
A ambos clubes solo les separaba 3 kilómetros de distancia, ambos trabajaban en los astilleros del río Támesis y competían en empresas diferentes para ganarse la vida en el Este de Londres. No es difícil deducir el por qué de tal enemistad, pero si a esto sumamos varios hechos producidos a lo largo de la historia tenemos un odio extremo.
Comienzo del odio
Su primer enfrentamiento oficial fue a finales de 1899 en la FA Cup, cuando el West Ham todavía se llamaba Thames Ironworks, y al Millwall se le empezó a conocer como ‘The Lions’ por su bravura y su lucha en el terreno de juego. Un partido violento en el que ya se apreciaba el odio que ambos equipos se tenían. Pero fue en un encuentro de liga en 1906 cuando la tensión se agravaría un poco más, Len Jarvis lanzó al jugador del Millwall Alf Dean contra un tablero publicitario de metal y no pudo continuar jugando, al igual que otros muchos que tuvieron que dejar el terreno de juego en camilla por las violentas entradas. Los espectadores estaban tan excitados como los futbolistas, y las peleas fueron algo normal durante aquel encuentro, tanto en las gradas como en el campo.
Pero lo que iba a desatar el gran odio entre estos dos equipos no iba a ser por lo que ocurriese dentro de los terrenos de juego, sino como consecuencia de una huelga general. Los estibadores secundaron la huelga, en cambio los trabajadores del sector metalúrgico decidieron no movilizarse y continuar trabajando. Es en ese momento cuando de los hinchas del West Ham surge un grupo hooligan para defenderse de los ataques de la hinchada del Millwall.
Esos hooligans cogerán el nombre de los ‘InterCity Firm’ porque siempre viajaban a otros estadios en tren de primera clase pese a su condición de obreros, porque los aficionados que iban en trenes baratos iban acompañados por la policía. Ellos son una de las hinchadas más respetadas de todo Gran Bretaña y tienen una fuerte enemistad con el Tottenham Hotspur de los que dicen que son un “equipo mediocre con afición mediocre”, Arsenal “gran equipo con afición de mierda” y Millwall “lamentable afición, peor equipo”.
Por su parte, los hinchas más famosos del Millwall son los ‘Bushwackers’, una hinchada que nunca ha pretendido llevarse bien con ninguna afición, de hecho su canción más famosa se llama ‘no one likes us, we don´t care’ (no le gustamos a nadie, pero no nos importa). Muchos les consideran los hooligans más peligrosos de todo el Reino Unido, pero a su vez son una especie de institución que pasa de padres a hijos y nunca pierde fuerza, estén en la división que estén ellos siempre permanecen fieles al equipo y acuden todos los fines de semana en masa al estadio ‘The Den’. Su lema es “Los futbolistas y directivos pasan, nosotros permanecemos”. Estando en tercera división acudían semanalmente 15.000 espectadores a presenciar los partidos.
Enfrentamientos
En 1972 se enfrentaron ambos equipos durante el homenaje de Harry Cripps, ex jugador tanto de West Ham como de Millwall. En esos años 70 estaba en auge el radicalismo hooligan, y tanto los ’Bushwackers’ como los ’InterCity Firm’ ya eran considerados de los más peligrosos de Inglaterra. Hubo incidencias y peleas de todo tipo tanto dentro como fuera del terreno de juego.
Cuatro años más tarde Ian Pratt, un aficionado del Millwall, moriría en la estación de New Cross tras una pelea entre ambas hinchadas, en la que terminó cayendo del tren. De esa trágica muerte los hinchas del West Ham crearon un nuevo canto: ‘West Ham boys, we´ve got brains, we throw Millwall under trains” (“Los chicos del West Ham tenemos cerebros, lanzamos al Millwall bajo los trenes”.
Dos años tuvieron que esperar los hinchas del Millwall para buscar la venganza, cuando el West Ham descendió a segunda división. Los hooligans del Millwall comenzaron a repartir panfletos que decían: “un fan del West Ham debe morir para vengarnos de él”. Pero la policía desplegó una seguridad jamás vista para que no volviese a suceder incidentes violentos.
En 2004 el Millwall ganó por 4-1 al West Ham. Aquel día se conocería como ‘The Mother´s day massacre’, donde la violencia volvería a estallar entre ambos clubs, los antidisturbios montados en caballos tuvieron que entrar para sofocar las peleas.
Cuando se estaba disputando el encuentro Inglaterra-Paraguay perteneciente al Mundial 2006 de Alemania, en los Docklands londinenses se instaló una pantalla gigante para poder visualizar el partido. Las hinchadas de Millwall y West Ham se encontraron en aquel lugar, y pese a que ambos animaban al mismo equipo terminaron también peleándose. Hubo 16 heridos y uno de ellos tuvo que ir al hospital en estado grave.
En agosto de 2009 el enfrentamiento entre ambos equipos en la Carling Cup terminó en batalla campal. Más de 30 hinchas fueron trasladados al hospital, uno de ellos, Alan Baker hincha del Millwall, recibió una puñalada antes de comenzar el partido en el pecho, perforándole el pulmón. En 3 ocasiones diferentes los aficionados del West Ham llegaron a invadir el campo de Upton Park en mitad del encuentro, teniendo que suspender finalmente el partido, lo que iniciaría el gran caos. 5 horas de enfrentamientos a tres bandas: Hooligans de Millwall, West Ham y la policía. Por el aire volaban botellas, latas y bengalas.
http://youtu.be/UiVjWLoazBE
En la temporada 2010-11 el West Ham se jugaba el descenso ante el Wigan Athletic. El equipo dirigido por el israelí Avram Grant terminó perdiendo y bajando de categoría. Cuando todavía se estaba disputando el encuentro e iba perdiendo los ‘Hammers’ una avioneta sobrevoló por encima del estadio con una pancarta en la que se podía leer: “Avram Grant – Millwall legend”, estaba claro de quién procedía el mensaje.
En 2012 también se enfrentaron, y fuera del estadio hubo incidencias junto a un mercado de frutas. Ambas aficiones comenzaron a insultarse y a lanzarse todo tipo de frutas.
Ahora el West Ham se encuentra en la Premier League y el Millwall en la Championship, equivalente a la segunda división. ¿Cuándo volverán a verse las caras estos dos irreconciliables enemigos? Ambas hinchadas esperan inquietos año tras año para ver si hay suerte y se pueden enfrentar en alguna de las competiciones. Por el bien del fútbol esperemos que si se vuelven a encontrar no haya que llorar ninguna víctima más, y que estas dos aficiones por muy complicado que sea vuelvan a disfrutar del fútbol sin ningún tipo de violencia.