En una torre de la alcazaba granadina, es decir, la parte más antigua de la mágica Alhambra, reza un cartel con una frase del poeta mexicano de finales del siglo XlX y principios del XX Francisco Icaza y que sirve como enorme referencia para destacar la belleza de esta preciosa ciudad andaluza. «Dale limosna mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada».
La Real Sociedad llegó a la ciudad andaluza con la leccón bien estudiada y aprendida, ya que Moyes había estado visionando in situ las evoluciones del conjunto nazarí in situ el día que jugamos ante el Betis. El técnico escocés planteó un partido serio con futbolistas más de jugar por adentro que por afuera y acertó de pleno. Todo ello con el añadido de un califa o emperador del gol como lo fue Imanol Agirretxe en este encuentro. El equipo donostiarra fue muy superior en todos los aspectos durante todo el partido y ante el buen posicionamiento guipuzcoano, a la intensidad y actitud mostrada, el despliegue físico desarrollado, el acierto mostrado cara a portería rival y la avalancha de juego blanquiazul el equipo granadino claudicó.
‘Agirretxito’, como yo le llamaba y le llamo en tono cariñoso, es el único futbolista que queda de la generación del año 87. Se lo robamos al Athletic porque él quería venir. Ante el Granada fue una auténtica pesadilla para los dos centrales locales –Babin y Doria– superándolos casi siempre por alto, por bajo, por buenos movimientos, por deseo y por anticipación. Además, supo aprovechar el regalo de Doria en un pasa atrás a su arquero que intuyóe muy bien y, a trancas y barrancas, consigió el cero a dos que subio al marcador simultáneo.
En la zona ancha del campo Illarra, Granero, Zurutuza, Canales, y el todo terreno Vela camparon a sus anchas y fueron amos y señores de esta parcela del terreno de juego, es decir, en la zona de organización y creación. Vamos, que la Real Sociedad dominó en un lugar donde muchas veces se ganan los encuentros.
Seguramente la mayoría de aficionadas realistas – algunos a pie de campo y los demás delante de la pantalla de la televisión en casa, bares o sociedades- estaban con la mosca tras de la oreja por conocer la alineación que sacaba el míster y por ver el comportamiento de los futbolistas después de una semana tormentosa y movidita tras los clásicos dimes y diretes cuando no ganas.
Pero vieron a un entrenador que corrigió y puso a competir a su equipo al máximo nivel, que acertó en el planteamiento táctico y que le ganó la partida el míster contrario. Todo esto sucedió porque Illarra, Granero, Zurutuza y Canales aportan calidad individual y mucho trabajo cuando no somos poseedores del balón, es decir, mucho equilibrio. Ahí se fraguó una victoria muy necesaria en el aspecto anímico porque ya tocaba sumar de tres en tres.
Amigos lectore,s tranquilito sanitario y no se desesperen. El equipo que se ha confeccionado para esta liga 15-16 es para hacernos soñar. Tenemos una gran plantilla en la que se pudo firmar jugadores potenciales. Además,el retorno de Illarra aportará ese saber estar en la zona ancha de un equipo ganador.
Ahora, con la moral por las nubes en el aspecto anímico y con un gran su bidón, nos espera el partido del año, que no es otro que el derbi ante el Athletic. Tres partidos en una semana con rotaciones y descansos, jugadores frescos. Solo pido que vuelva a acertar Moyes y que nuestros jugadores sean intensos aportando un buen posicionamiento, una buena actitud, una buena presión y deseos de ganar a un rival duro. Esto lo hacen los futbolistas. Al entrenador le toca acertar con el once, en las correcciones y en las órdenes dadas, que no es poco.