Denominación de origen Eibar, la marca que vuelve a estar de moda gracias a este equipo que pasea el nombre de Eibar por casi todo el mundo con orgullo, con rigor, con amor propio, y con entrega a unos colores.

El equipo merengue saltó a la bombonera con un plan en el que  apostó por jugadores de toque, de talento de control, de continuidad en el juego. Kroos, Modric, Kovacic, se encargaron de ejecutar el plan, más James por la derecha a pie cambiado.  Cuando perdían el balón Bale se colocaba de extremo izquierdo tapando las subidas del lateral Capa y y arriba del todo quedaba Cristiano, que alternaba la posición con el propio Bale. El Madrid movió y circulo con calma el balón en la zona ancha del campo ante un Eibar atrevido, valiente e intenso que desde el pitido inicial se fue a presionar la salida de pelota de Pepe, Nacho, y Modric o Kroos cuando bajaban a recibir. Muy bien el equipo de Mendilibar en ese parcela táctica.

Cuando planteas un partido así tienes que sacar la defensa casi a la divisoria de ambos campos corriendo el riesgo de que ellos a tus espaldas te puedan hacer mucho daño. Así sucedió y  Cristiano en dos manos a manos ante Riesgo no estuvo fino desperdiciando dos clamorosas ocasiones de gol. Fue un partido muy táctico, muy intenso, de un ritmo alto de juego donde cada equipo tenía un plan: uno mover, tocar, controlar la parcela ancha y dejar el talento y creatividad de los de arriba y otro con un desgaste en la presión fantástico. Fue una gozada ver el trabajo de las parejas en el medio campo, con calidad individual, moviendo el balón ante la presión asfixiante de los entrenados por Mendilibar. ¡Qué batalla más bonita!

Hay una faceta del partido que duró mucho y en la que los armeros estuvieron escasos. Después de pérdida o robo no terminábamos las jugadas y la presencia del equipo ante la portería de Keylor Navas fue muy pírrica y así era muy difícil hacer gol. Vamos, que el juego ofensivo del conjunto local brilló por su ausencia. Estos partidos son tan equilibrados en el aspecto táctico, que una jugada individual como las que tuvo Ronaldo o un balón detenido desequilibran el encuentro . Fue en esta última donde el todo poderoso Real Madrid se llevó los tres puntos de Ipurua.

Así que, resumiendo partido, muy táctico e intenso, de un ritmo alto con dos formas muy distintas de interpretar el juego: el equipo merengue del toque de la continuidad del control del juego y un Eibar que se desgastó en la presión y se quedó sin fuerzas para llegar a la portería rival. Ganó el Madrid en dos jugadas a balón parado,  así que hicimos muchas cosas bien y cometimos errores infantiles y esos errores fueron los dos goles del equipo de Benítez. Sin más, fútbol.