En su fortaleza del Nervión es donde el equipo de Emery no paraba de acumular resultados contados por victorias y ya llevaba 13 consecutivas. La Real Sociedad, por su parte, se había mostrado muy irregular en toda esta liga BBVA y estaba obligada a puntuar en un campo dificilísimo. Todo para que las aguas volvieran a su cauce y para dar más tranquilidad a una plantilla que, con su escaso rendimiento, estaba muy preocupada y nerviosa por los últimos cinco partidos sin ganar. También es verdad que estos mismos futbolistas heredaron cuatro partidos seguidos ganando, y subieron varios escalones en la tabla clasificatoria. Todo esto refleja ese carácter imprevisible de este equipo.
Eusebio, sabedor del potencial sevillista y del perfil de jugadores que tienen, reforzó el medio campo y colocó a Zurutuza y Oyarzabal en banda y al mexicano Vela como único punta. Le salió a las mil maravillas, ya que el equipo saltó al verde enchufadísimo y con una presión agobiante que no dejo maniobrar al conjunto andaluz. El Sevilla no encontró el sitio en todo este primer acto como consecuencia del gran planteamiento táctico realista, pero es que además a balón parado la Real fue muy eficaz. Primero Markel y después Krychowiak en propia puerta en colaboración con el portero Rico -fallón en la salida- pusieron al equipo de Eusebio por delante en el marcador. Eso sí, todo ello gracias a un Asier Illarramendi que sacó las faltas de lujo.
Si hay un equipo que se le atraganta a Emery es la Real. Eso sí, exceptuando a los tres llamados grandes, en este campo la Real realizó la mejor primera parte del campeonato. Por intensidad, por trabajo, por presión, por juego, por garra, por entrega, por alma. Vamos, la Real de siempre, ésa que nunca se rinde, con dosis de perfección defensiva y con dos jugadores imperiales como lo fueron Asier Illarramendi e Iñigo Martínez.
En el segundo período Markel, para lo bueno y para lo malo -ya que le pasó de todo-, cometió un penalti y le expulsaron en una entrada a destiempo. Gameiro apretó el marcador y a partir de ese momento, con dos líneas de cuatro y Vela adelante, se bastaron para desbaratar todos los ataques sevillistas, que entraron una y otra vez por los dos costados. A pesar de ello, se encontraron a un equipo hermético y perfecto en defensa, con un Rulli que solventó todo lo que centraron. Defensivamente la Real estuvo extraordinaria hasta el final. Fue de esos partidos en los que hay que poner una nota altísima a los 14 futbolistas que participaron.
Ahora, más tranquilos, a pensar en el partido ante el líder. Pero, ya con 38 puntos en el zurrón, ante el equipo de Luis Enrique seguro que veremos a unos jugadores muy comprometidos y muy implicados. Y sin que su entrenador los motive, ya que la motivación es extra en estos encuentros y sé que van a pelear como jabatos. Así fue siempre la Real Sociedad. Lo demás y el tiki-taka no es el juego que emociona y gusta en Anoeta. Yo apuesto por la Real de Sevilla, con dos mexicanos, Granero y canteranos. Esta es la Real de siempre, la que emociona y la que muchos queremos.