LA U.D. Las Palmas disputaba en el estadio de Gran Canaria su partido 24 de la Liga Santander en un ambiente muy tenso y con muchas dudas en el estilo de juego de Quique Setién ya que su escasa eficacia de cara a la portería rival es muy alarmante. Además es un equipo que se ha quedado sin objetivos europeos, que fue para lo que el Consejo firmó a tres futbolistas con mucho caché como lo son Boateng, Jesé y Halilovic, y que está colocado en el puesto 12 con 28 puntos y a 11 de los puesto que tienen derecho a premio con un partido más y que pueden ser 14 puntos de ventaja si gana Villarreal.
Los jugadores del cuadro canario como su entrenador sabían a la perfección que lo del partido de Málaga no se podía repetir y menos ante un rival en racha como la Real Sociedad. Comienza el partido y en el equipo isleño hay novedades ya que se quedan fuera Lemos, Halilovic y Dani Castellanos y en su lugar entran de refresco Aythami, Helder y Tan. Por su parte, la Real sale de inicio con los mismos que están funcionando. Con el balón en juego el equipo del míster de la Seca entra mejor en el partido, con más ambición y con el balón como protagonista, y se ve claramente las parejas de baile Roque con Prieto, Illarra con Viera y Zuru con Vicente Gómez en la zona ancha del campo. Ya en el minuto cuatro hay un remate alto de Iñigo Martinez y más tarde un remate de volea de Yuri que se llena de balón y lo tira sobre del larguero y por el costado derecho entraba como cuchillo en manteca el novel Alvaro Odriozola. Qué partidazo otra vez del chaval.
El partido era lento y con miedo a perder el control del balón por parte de los dos equipos, pero era la Real la que llegaba con peligro a la portería de Varas y la tuvo Oyarzabal en un pase atrás de Alvaro Odriozola pero su tiro se fue a la nubes, mientras por parte canariona las llegadas por afuera con centros no encontraron rematador ya que los tres de arriba- Jesé, Boateng y Viera o Tana- son más medios puntas que jugadores de área y esto les penalizó mucho. Ante todo lo ocurrido el partido se fue equilibrando mucho más y la posesión del balón estaba más repartida. Los pío pío lo intentaban entrando por los dos costados y fue David Simon el que la tuvo en un acto de confianza de Rulli que pensó que el balón salía por línea de fondo y le pudo costar el gol. Siguió un encuentro muy abierto para los dos equipos, pero ya los de Quique Setién eran más dominadores del balón y del control del juego y estuvieron a punto de marcar en un mano a mano de Jesé que abortó con el pie Rulli. De aquí al descanso lo intentaron los amarillos pero con la polvora mojada.
En el segundo acto los isleños salieron como un huracán y en dos o tres contras llevadas por Jesé estuvieron a punto de marcar primero Boateng a pase de Helder y después Tana solo tiró rozando el poste. Más tarde Rulli hizo una parada de dejar el partido a cero a un gran tiro de Tana sacando una mano magistral. Era el minuto 52 de partido y Eusebio se dirigía a sus futbolistas diciéndoles que se juntaran más ya que en los espacios largos los canarios les estaban haciendo mucho daño, pero siguió el encuentro por los mismos derroteros. El asedio y las oportunidades se seguían dando en las postrimerías del meta Rulli a tiros de Boateng, Jesé, Viera, Vicente, y otra vez Boateng en una chilena para la galería que blocó bien un gran Rulli. En esos momentos, el partido era amarillo, pero la falta de eficacia fue evidente y la Real solo esperaba una perdida de balón o un error para poder finiquitar el encuentro. Ese error llegó como regalo de reyes. El meta Varas con el balón en los pies en su área le regala el balón a Xabi Prieto que, a puerta vacía, marcó el cero a uno en el electrónico en el minuto 73 de partido. Ya saben el fallo del portero en el pase es el que más se aprecia ya que no tiene corrección a sus espaldas, y su error es gol. Desde ese momento, el equipo se fue del partido anímicamente y el míster santanderino metió más delanteros y quitó defensas y acumuló mucha gente en el balcón del área rival y ahí se sintió cómoda la Real que defendió con 10 hombres detrás del balón con mucha contundencia y tranquilidad y el marcador no se movió. Los aficionados canariones se fueron del estadio murmurando “jugamos como nunca y perdimos como siempre”, con el añadido riesgo de la salida del balón en el estilo de juego de Quique Setién.
Por su parte la Real Sociedad se llevó tres puntazos y con un resultado corto ya que Bautista erró un mano a mano y Canale0,s con Bautista solo, optó por una acción mas difícil de finalizar. El resultado es justo, puede que no, pero si ante el Villarreal se perdió jugando muy bien en las Islas se ganó jugando regular, aprovechando el regalo que confundió el arquero andaluz. En vez de carnavales fue un regalo de Reyes Magos. Sin más, Estas cosas también suelen ocurrir en fútbol.