Marcelino Toral es el clásico entrenador al que se le da bien la Real Sociedad, y a los datos me remito porque de los últimos once encuentros jugados gano nueve y empató dos. En este último partido el mister asturiano planteó el partido de Anoeta de la siguiente manera, con un sistema de juego 1-4-4-2 dio las siguientes consignas a sus jugadores: repliegue hasta cinco metros de la divisoria de los dos campos para que cuando el balón llegue a cualquier zona de esos cinco metros apretar al poseedor del balón. También defender con dos líneas de cuatro defensores en mi propio terreno de juego, es decir, mi campo lo defiendo yo y le dejo el balón y la iniciativa del juego, más el control del mismo, al equipo rival,.. Pero chavales, después de robo o pérdida de ellos por acierto nuestro o error de ellos, salimos como misiles a la portería de Rulli en contraataque,.. El partido fue de poder a poder y el conjunto che tuvo las ocasiones más claras para materializar, y tanto fue el cántaro a la fuente que marcó en una contra de libro Rodrigo, a pase de un eléctrico Gonzalo Guedes, jugador del P.S.G. Y la Real no se viene abajo y otra vez a pelota parada en el minuto 32 Oyarzabal en plan abastecedor y Elustondo rematador, en un córner, hace el gol del empate en un testarazo con ayuda del hombro que solo lo mira el portero Domenech sorprendido por el impresionante despegue vuelo y contacto del jugador del Goierri. En este primer acto la Real Sociedad se adueña del partido y embotella al equipo de Marcelino desde el minuto 35 hasta el final del primer acto, con buen juego y oportunidades de gol que no suben al marcador.
En el inicio del segundo periodo todo sigue con el mismo guion, pero con un cambio sale Juanmi y entra Januzaj y sigue el juego con tú tienes el balón ya que yo te doy ese privilegio y yo te espero en mi campo ordenado y esperando el robo o un error tuyo. Y fue así, una jugada muy bien hilvanada entre el medio de banda Soler que filtra un pase a la espalda de Kevin y Nacho Vidal se cuela como un rayo ante la pasividad en la marca de Oyarzabal y de una sutil cuchara bate a Rulli, que en su duelo con este jugador que una vez más vuelve a perder, otra vez por debajo en el marcador. Y aún el equipo de Eusebio con unas grandes dosis de amor propio y juego en un saque de banda muy mal defendido por el equipo che se queda un balón suelto al borde de área y de un zurdazo impresionante junto al poste Oyarzabal pone las tablas en el marcador…
Era el minuto 59 de partido, pero aún quedaban muchas cosas por suceder, y la primera fue la expulsión de Zubeldia en el minuto 68 por juego peligroso ante Gayá. Pasa entonces Illarra a ser más defensor y el mister de La Seca quita a Willian Jose, dando entrada a un jugador más pelotero y de más control para reforzar la zona ancha con este nuevo sistema de 1-4-4-1. Pero llegó el minuto 79 y se fue a la calle Kondogbia y se encendió otra vez la luz a los pupilos de Marcelino, que atravesaba una crisis por el buen hacer de los realistas. Con los tres jugadores de refresco que introdujo (Mina, Pareira y Lato) volvió a ser un equipo letal a la contra, con mucha velocidad y con buenos movimientos tácticos. En el minuto 85 en una contra muy mal defendida a Zaza, Simeone marcó el tercer gol. Fue un mazazo brutal para los jugadores de Eusebio, que veían como perdía un encuentro en donde la posesión y el control más la iniciativa no valían para nada. En mi opinión no entendí la no convocatoria de Vela, un jugador desequilibrante y el único capaz de buscar superioridades y desborde con sus características. No funcionó lo arriesgado de jugar con Zubeldia de central zurdo. Y terminar el encuentro con cinco jugadores que son más de corte jugón que de corte efectivo nos restó más que sumó, ya que terminamos con Januzaj, Pardo, Zurutuza, Canales y Oyarzabal y con dos delanteros centros en el banquillo Agirretxe y Bautista, es decir la dinamita cara a gol en el polvorín y no en el campo de batalla. Gran partido jugado de poder a poder que ganó el más efectivo cara al marco rival.