La ansiedad y las necesidades comienzan a pesar como una gran loza en la S. D. Eibar porque, con tres derrotas consecutivas ante Barça, Celta y Villarreal, dos empates ante Deportivo y Levante y una derrota ante el Real Madrid, demuestran que son seis jornadas sin ganar y ante este panorama y con bajas muy importantes como la de Escalante, Ramis y Dani García florecen las urgencias en el derbi guipuzcoano. Su rival, la Real Sociedad, los recibe con el subidón de haber ganado en la Europa Legue al Vardar con suma facilidad, pero desde el corazón de Zubieta los jugadores realistas saben que en un derbri hay que salir con las orejas altas y muy centrados ya que el rival de turno es siempre muy incomodo compitiendo en estos encuentros ya que ese plus de motivación y deseos lo tienen muy marcado.
Comenzó el partido con un Eibar muy bien colocado sobre el verde. En el aspecto táctico, con un sistema de juego 1-3-4-1-2, maniató a la Real con una presión muy alta a la salida de inicio de balón ya que Sergi Enrich y Kike acosaban e impedían que tanto Llorente como Iñigo salieran jugando limpiamente el balón. Más atrás el japonés Inui se colocaba de tapón sobre un Illarramendi sorprendido con el marcaje de este futbolista. Este aspecto defensivo descolocaba a los jugadores de la Real que se sentían muy incómodos y no podían realizar el juego de posesión y continuidad que ellos tienen muy entrenado. Todo este escenario podía haber sido más efectivo para los armeros si, en el minuto cuatro Kike hubiese acertado ese zurdazo a boca jarro ante Rulli. Pero le faltó efectividad y la rechazó el arquero argentino. Lo tenía muy claro el conjunto eibarrés e intentaban una y otra vez buscar las espaldas de la línea de cuatro con cambios de orientación a las espaldas de Odriozola y de Kevin con las caídas de los dos puntas, Sergi y Kike, mas las incorporaciones de los dos potentes carrileros, Kapa y Cote. En el minuto once una desafortunada pérdida de balón de Llorente, con Rulli muy descolocado, el Eibar estuvo a punto de marcar pero no fue así y en una jugada por el costado derecho entre Januzaj y Odriozola, Willian José remata un centro milimétrico y coloca el primer gol en el casillero realista.
Siguió el conjunto visitante con las mismas intenciones y entre el minuto veinte y el veintidos acorrala a la Real en su área con tres saques de esquina seguidos. Pero después en un regalo de Lombán, el belga Januzaj, a puerta vacía erró y mando fuera el balón con el portero superado. En esos momentos se ve el peor Eibar en muchísimo tiempo; defendiendo tan frágil, tan lamentable, tan mal, que volvió a marcar la Real en un córner.
Salen unos, entran otros y en un descontrol brutal, Prieto sirve un pase en boca de gol que Junuzaj, desde el suelo y a la segunda jugada, aloja el balón en las redes armeras. Todos se preguntaban que fue del Eibar rocoso e impenetrable. También pudo marcar Illarra en un caño fantástico y un duelo con Dimitrovic que rechazó a córner el guardameta. La defensa hacia aguas por todos los sitios y gracias a que solo fueron dos goles.
No mejoró el equipo armero con el inicio del segundo acto y la Real con dos pinceladas fantásticas Mikel Oyarzabal se planta solo ante el meta Dimitrovic y de sutil golpeo con el interior de su pie zurdo pone el tres a cero en el electrónico. El equipo de Eusebio despachaba el partido en cuarenta y ocho minutos, pero cuando peor se estaba poniendo todo los armeros con un pundonor y un amor propio fantástico se vinieron arriba. Los txuri urdines se sentían ganadores. Gran error ya que después sufrió tontamente, porque marcó Joel Jordán y el partido aún no había concluido. Después, Inui puso en aprietos a Rulli, pero los blanquiazules se volvieron a rearmar y supieron cerrar un encuentro en el tramo final sin sobresalto alguno y si asegurando tres puntos muy importantes que los deja con 17 puntos a las puertas de los puestos de premio igualados con el Betis y el Leganés. Ganó muy merecidamente la Real Sociedad ante el peor Eibar que recuerdo defensivamente, gran sorpresa pero muy real en mi opinión.