La S.D. Huesca y la Real Sociedad tenían en común que los dos equipos habían jugado los tres primeros partidos fuera de casa por las obras en su estadio, pero también destacar las victorias de los dos conjuntos en el primer partido de la Liga Santander.
Pese al debate abierto durante toda la semana en la portería por los fallos garrafales de Rulli ante el Barsa de Valverde, el míster de Bergara acudió al sentido común y gestiono con sus colaboradores especialistas la confianza y la tranquilidad, no solo con Rulli, también con los jugadores que fueron poco efectivos de cara al marco rival.
Tardaron los dos equipos en entrar al partido, si, fue un primer acto de más prudencia que atrevimiento y cuando esto ocurre pasa el tiempo de partido y no pasa nada de nada, ya que el cambio de sistema de Garitano al colocar a Zubeldia de único medio centro y por delante a dos medios canalizadores a pie cambiado derecha Merino e izquierda Rubén Pardo con Juanmi y Oyarzabal en los costados y como único atacante Bautista para tener el balón no salió, porque hay que contar con la presión que realizo el equipo aragonés que no dejo sentirse cómoda con el balón a los Txuri Urdiñak en muchos minutos de este primer acto y tanto fue así que las ocasiones de gol por ambos bandos brillaron por su ausencia, ya que solo la pelota parada fue el filón que encontraron los dos equipos para inquietar la portería adversaria con un Rubén Pardo muy activo y muy milimétrico en los golpeos y por parte de los aragoneses solo en los saques de esquina inquietaron a un inseguro Rulli que aun no le había dado la vuelta a las críticas recibidas en toda la semana, se calentó este periodo por momentos, pero solo fueron balas de fogueo que comento en toda jugada a balón detenido.
En el segundo tiempo de partido se vio mejor y más enchufado al Huesca, porque la consigna de su míster fue vamos a por ellos, porque si jugamos como en este primer tiempo estamos más cerca de perder que de ganar, pudieron ponerse por delante en el marcador los de Leo Franco pero apareció un Rulli que lo mismo fallaba con los pies en pases erróneos que realizaba paradas de merito a tiros de Ferreiro y del activo lateral Miramón, pero amigos apareció un Theo magistral en ataque y un desastre en defensa y dio un pase después de un barullo en el costado izquierdo para que Merino anotando el único gol del partido.
Con la Real por delante en el marcador llego lo que nunca debe de llegar en un partido de futbol y eso fue la locurita de un Juanmi muy acelerado e irresponsable y un Theo infantil al pegarle una bofetada con la mano en la cara a un adversario sin estar el balón a distancia de juego, reacción en el banquillo por parte de Garitano y cambia el sistema en una ocupación racional del terreno de juego además de los cambios obligados por dichos incidentes con los jugadores de refresco Zurutuza, Raúl Navas y Kevin por Pardo, Bautista y Oyarzabal, primero jugando un sistema 1-4-4-1 y después colocando a un portero cinco en el fondo y tres futbolistas por delante de esta línea de cinco y muy replegados en su propio campo achicando balones por todos los lugares del rectángulo de juego, la Real tenía muy claro cuál era el plan hasta el pitido final y este no era otro que una defensa numantina y aguantar los instantes finales ante un Huesca que iba a tumba abierta y a quemar todas sus naves en busca del empate, la tuvo Chucho Hernández en el 88 a la media vuelta pero apareció Rulli, después un balón al palo en un desvió de Kevin Rodríguez. Pedían la hora los aficionados Donostiarras que se acercaron a animar a su equipo y con su ánimo acabo levantándose de las dos tontas e irresponsables dos auto expulsiones de Juanmi y Theo, pero con tres puntos en el saco que dan una tranquilidad brutal.