La Real Sociedad goleó al débil Vardar porque es infinitamente superior. Los de Eusebio controlaron de principio a fin un encuentro que tuvo como máximo protagonista e indiscutible a Willian José- El atacante brasileño, que llevaba unos cuantos partidos no rindiendo lo que se espera de él, rompió moldes con un soberbio partido sobre todo de máxima eficacia cara a gol y endosó un póquer al equipo Macedonio que se vio impotente e inofensivo durante los noventa y tantos minutos que duró el partido.
El entrenador de la Real Sociedad colocó sobre el verde un equipo de jugones de la mitad hacia adelante. Realizó tres cambios en el once (dos obligados – Odriozola y Juanmi – y el otro para dar minutos a De la Bella y descanso a Kevin). Los premiados fueron Gorosabel, Canales y Alberto, pero el míster sabedor de lo que se iba a encontrar colocó en los costados a dos jugadores de corte de más control del juego y acertó de lleno. El Vardar fue un equipo temeroso, escondido, replegado en su propio campo. Ante estas características tácticas son necesarios jugadores que sepan contrarrestar una defensa zonal y estática en el fondo de su propia área, para después, si el contrario les deja, salir en contraataque. Pero ante este planteamiento los entrenados por Eusebio pusieron muy pronto de manifiesto una superioridad absoluta y ya para el minuto once en una jugada ensayada a balón parado marcaba el primer gol un jugador en estado de gracia. Oyarzabal a peinada de Prieto, marcaban el ritmo del partido. Illarra y Zubeldia, con sus movimientos compensadores y su alternancia de posiciones, se hacían dueños del balón y del control del juego pero también por el costado derecho entraban como cuchillo en margarina Gorosabel y un imperial Xabi Prieto.
Desde ese costado fueron llegando las ocasiones de gol. Primero pared Willian José – Canales que finiquita el brasileño con una sutil finta. También es verdad que a veces el dominio y el toque del balón, más la continuidad en el juego no esconden un gran problema defensivo. Con la línea de cuatro adelantada, pudo marcar el Vardar en un duelo entre Tigran Barseghyan y Rulli. que éste paró con su pie.
Esta Real Sociedad se tomó muy en serio este partido. Aprovechó sus minutos de enorme superioridad y materializó dos goles más de las botas del hombre de la noche Willian José. Así los txuri urdines fueron muy superiores por los méritos de unos y otros, dejando muy claro que sólo había existido un equipo sobre el verde y ese era una gran Real Sociedad.
Con el encuentro casi finiquitado los jugadores de Eusebio se gustaron y se recrearon en muchas fases del juego y el ariete brasileño volvió a marcar dos goles más de bella factura.
Desde ese mismo momento el míster con buen criterio y sentido común mueve ficha y hace los tres cambios dando descanso a Oyarzabal, Illarra y Willian José por Januzaj, Bautista y Rubén Pardo. Con el cero a cinco en el marcador fue un equipo que no quiso hacer daño del árbol caído y fue dejando pasar los minutos a un trote tranquilo y de control del balón hasta que en el minuto noventa después de un tiro de Canales y otro de Bautista, el arquero rechazó al medio haciendo un favor al más listo del rechace, De La Bella, que con su pie malo alojó el balón en las redes visitantes dejando un set de 0-6 en el electrónico.
Con este resultado la Real Sociedad se coloca segunda de grupo con seis puntos detrás del Zenit, un equipo que no demostró ser superior y que los errores defensivos nos privó de puntuar. Pero estos errores son pasado. Ya son dos encuentro con la portería a cero. Qué bien vinieron esos quince días encerrados en Zubieta, corrigiendo y trabajando mejor el equilibrio defensa-ataque.