La Real Sociedad estaba obligada a ganar en Anoeta al hasta ahora invicto Zenit si quería cerrar su participación en la primera fase de la Liga Europea como campeón de grupo. De esta forma habría podido recopilar unas sevillanitas muy jugosas,.. El equipo de Eusebio llegaba a este encuentro como máximo realizador de todos los grupos de la Liga Europea, pero esta Real tiene en Anoeta su asignatura pendiente… Y sigue pendiente por los malos resultados cosechados en su propio campo, tanto en Liga como en Copa.
La competición es tan sabia que te coloca donde te mereces, y antes de saltar al terreno de juego, en la sala antes de subir las escalerillas al campo, se vieron muy nítidas las caras de concentración de los jugadores rusos. Entonces da comienzo el encuentro y vimos a las claras que Eusebio apuesta por su equipo de gala. Y una vez que rueda el balón vimos como los entrenados por Mancini ejercían una presión alta y muy feroz en el inicio de jugada del equipo Donostiarra. Y si esta presión no era eficaz reculaban a su propio campo y esperaban con tres líneas muy juntas y tácticamente defendiendo con un 1-4-5-1, en su propio campo.
Esto último se prolongó por mucho tiempo, así que la Real llegó a tener una insultante posesión del balón con unos baremos de 60% a 30%. En este medio tiempo el equipo de Mancini solo apareció tres veces por los aledaños de Rulli y una fue gol, en un error de agarre del balón del arquero argentino.
En todo este tiempo la Real Sociedad solo juega a una marcha y con una idea: mantener el balón en su poder con una transición defensa-ataque lenta y muy repetitiva. La idea era siempre atacar por el costado derecho, aprovechando la lateralidad de Illarra, las galopadas de Odriozola, el control de Prieto y las filigranas de Januzaj. Estas cosas sí divirtieron al público, pero no consiguieron el objetivo, que no es otro que el gol. A punto estuvieron, como la ocasión de Prieto, y las de Januzaj, Illarra, Kevin (dos veces), Willian José, Illarra otra vez, y un tiro de bolea de Oyarzabal al poste al filo del descanso…
Januzaj es un jugador de una técnica y un talento brutal y a veces peca de chupón, a veces es frío, a veces tú, entrenador, comentas en voz baja “mucho ruido y pocas nueces”, ya que le falta gol. Y por eso creo yo que está aquí y no allí, ya saben, fútbol de altísimo rendimiento.
El dominio del equipo de Eusebio fue total pero nos fuimos a vestuarios perdiendo por 0 a 1 con dos estilos diferentes de juego y con un equipo más eficaz que el otro ante la portería rival. El segundo tiempo comenzó con más de lo mismo, una Real mandona y un Zenit que estaba muy a gusto sin el balón y defendiendo con un rigor bárbaro, pero empató Willian José en una finta mágica de Januzaj que creo que tiró a gol. El portero la desvía y el brasileño la mete entre los tres palos.
Pero cinco minutos más tarde en un córner que despeja con los dos puños Rulli el balón sale fuera del área grande y desde allí lo mete un jugador ruso, y en la salida se queda Illarra e Ivanovic, el mejor sobre el verde, de una chilena fantástica marca el segundo para los de Mancini… Amigos, a partir de ese momento desapareció la Real Sociedad del terreno de juego. Su bajón fue tremendo y tampoco los cambios resolvieron nada ya que Juanmi entró por un Oyarzabal cansadísimo, De la Bella por el lesionado Kevin y el cambio que hace casi siempre Eusebio: Canales por Zurutuza. Un cambio con el que se pierde mucha consistencia en zona ancha del campo.
Para más ínri, en una jugada de pizarra del jugador Paredes (que dejó clavados a Illarra, Llorente e Iñigo) llega al mano a mano con Rulli para hacer el tercero. También los aficionados rusos colaboraron tirando bengalas y parando el encuentro, vamos un espectáculo evitable si las fuerzas de seguridad hubieran estado más coordinadas. Un acto como este no debe de ocurrir en fútbol de máximo nivel, donde un equipo que jugó bonito, combinó, se gustó, atacó y no fue efectivo cara a gol pierde contra otro equipo que plantea el encuentro con defensa rocosa, impenetrables y muy juntos entre líneas, con salidas a la contra muy bien finalizadas y con dos goles de bella ejecución. Sí, es así, y ese fútbol también existe y gana partidos. La competición de la liga europea nos puso en el lugar que nos corresponde. Ahora, primero Málaga y después al sorteo, esto no se para.