Un apartamento donde el gato tiene una habitación más grande que el salón vislumbra la causa de la ausencia de roommates.
En edificio precioso, con portero en la entrada que anuncia las visitas, planta 13, mucha luz, habitaciones grandes, dos baños ( algo poco común en esta ciudad), baldosas blancas y negras como Alice in Wonderland y un gato. Un gato tímido al que apenas se le veía rondar por la casa, según su dueña.
Pues yo dichosa, tuve la suerte de conocer al señor don gato. Heredero de la futura mansión, el animal no se podía mover de lo gordo que estaba. De hecho, creo la bola de pelo no podia ni salir a la calle por miedo a que saliera rodando sin control calle abajo.
Cuando vi el gato, lo tuve claro. Vi mi futuro reflejado en aquella solitaria mujer. Si me quedaba ahí me iba a convertir en una señora gorda, soltera y con un gato gordo.

http://www.youtube.com/watch?v=UtOwYdjDScs