El Charro de Toluquilla narra un momento de la vida de Jaime García, cantante vernáculo oriundo de Toluquilla, provincia cercana a Guadalajara, seropositivo y que presume engañar a su enfermedad con un estilo de vida desenfadado. Sin embargo, su naturaleza genuina emerge al aceptar la paternidad de una niña que milagrosamente nació negativa.
El documental de José Villalobos fue estrenado en el festival internacional de Guadalajara, donde no solo obtuvo el premio del público pero también el premio al Mejor Documental Iberoamericano, lo significa que este género puede verse en salas de cine y cada vez hay más personas interesadas en estas producciones.
El documental retrata la manera desenfadada de vivir con VIH de ese personaje y cómo se confronta con la realidad en su círculo íntimo de familiares y amigos. Villalobos explora el lenguaje del cine documental utilizando estereotipos de las películas clásicas mexicanas de los charros. La música, el color y la textura de la cinta la convierte en un joya hypser sin barba ni gafas de pasta pero con referencias a las antiguas o ‘vintage’ necesidades vitales del hombre.