Ya no puedo salir sin la cámara, me siento vacía sin ella, me gusta más si la tengo conmigo. Cuando no la tengo solo pienso en todas las imágenes que puedo grabar y que pierdo.
A Michelle y a mí nos gusta caminar por la ciudad y filmar, sin ninguna razón ni condición. Puede que para documentar nuestras vidas o puede que sea un mero juego que nos divierte. Todos los jueves nos nace espontáneamente hacerlo y esto es lo que tenía Manhattan para nosotras.