>

Blogs

Djoven

DJOVEN

Lectura tradicional o E-book, ¿con cuál te quedas?

Cuando empecé a escribir para vosotros sobre literatura me di cuenta de que siempre tendría que llevar libros conmigo. Normalmente ya lo hacía, eso de meter unos cuantos en la maleta cuando me iba de vacaciones aunque quizás no tuviera tiempo ni de echarles un vistazo. Sin embargo, me tranquilizaba saber que siempre tendría algo que leer. Pero a partir de DJoven la cosa cambió. Ya no podía meter en mi maleta cualquier libro y tampoco podía llevarlo por si lo necesitaba, tenía que leerlo sí sí. Formaba parte de mi trabajo decidir qué libro sería idóneo para esa semana. Os puede parecer una tontería pero recomendar libros no es algo tan sencillo ni arbitrario. Muchas veces me ha pasado eso de cambiar en el último momento de sugerencia porque me he levantado con otro libro en mente o porque me he convencido de que esa no era la semana idónea para ese otro. Fue entonces cuando me planteé pasarme al E-book, ser uno de esos ciudadanos que van en el metro con su libro electrónico o que van a la playa y no tienen el problema del viento que pasa las páginas de los libros sin miramiento. La verdad es que no me veía, siempre he sido muy tradicional para estas cosas. “Te ahorrarías mucho dinero”, me decía, pero tampoco me convencía.

Tras meditarlo mucho y hablar con amigos pro E-book para saber qué ganaría comprándome uno me di cuenta de que soy una lectora de papel. El hecho de poder ir pasando las páginas del libro me ayuda a sentirme más conectada con el autor. Puede sonar cursi pero ¿cuántos de vosotros habéis estudiado desde la pantalla del ordenador sin prestar la más mínima atención? La cosa cambia cuando tenemos esos apuntes escritos a mano o impresos. Los manoseamos, subrayamos, escribimos notas que sólo nosotros entendemos en los márgenes… Pues lo mismo me ocurre con un libro. La experiencia de tener esas páginas ante mis ojos y ser consciente de ellas cambia la manera de leer. Creo que si leyera una gran obra en formato digital no me parecería tan buena como en papel.

 

 

 

 

 

 

 

 

Es cierto que, como ya he comentado, me saldría más rentable que comprar los libros. Al fin y al cabo esto es como el paso del CD al Ipod en su época. Hubo un momento en que muchos de nosotros dejamos de comprar discos porque podíamos descargarnos los álbumes. La verdad es que es una lástima, ya no sólo por las librerías y las tiendas de música, sino porque cada vez son menos las casas que cuentan con buenas bibliotecas domésticas o colecciones de CDs. Puedo sonar muy materialista pero qué queréis que os diga, para mí comprar libros es un placer incomparable, igual que para otros lo será ir de compras o cenar en un buen restaurante. Quiero conseguir una biblioteca particular que se asemeje a la del protagonista de El palacio de la Luna y poder decir que he comido junto a Flaubert, que me he bañado charlando con Dostoievski y que me he acostado con Thomas Mann.
Y tú, ¿con qué te quedas, papel o digital?

Temas

Todo el mundo habla de los jóvenes pero, ¿dónde hablan los jóvenes?

Sobre el autor


febrero 2015
MTWTFSS
      1
2345678
9101112131415
16171819202122
232425262728