Leyendo el último artículo de mi compañera Silvia Bergillos sobre John Lennon y su asesinato me he inspirado para la recomendación de esta semana. Algunos opinaréis que es un poco feo servirse de la muerte de un gran artista para mi artículo, pero todo tiene una lógica explicación. Dicen que Mark David Chapman, asesino de Lennon, declaró tras ser arrestado que mientras esperaba al artista pasó la mañana leyendo el libro que presentamos hoy: El guardián entre el centeno.

Pero no era casualidad que Chapman escogiera esa obra para ese día. El asesino explicó que se sentía identificado con el protagonista del exitoso libro de J.D. Salinger, Holden Caulfield, y por ello aquella mañana compró un nuevo ejemplar de la novela porque se había dejado el suyo en casa. Más tarde confesaba que no se había planteado que matando al cantante un niño quedaría huérfano: “No se me ocurrió, yo adoro a los niños. Soy el guardián entre el centeno”. Y es que el personaje de la novela encuentra en la “infancia” la única salvación contra el mundo corrupto de los adultos que tanto le oprime.
No nos pensemos ahora que el libro de Salinger únicamente ha causado episodios de fanatismo. Lo que sí es cierto es que El guardián entre el centeno, publicado en 1951, se convirtió en una especie de manifiesto para las jóvenes de dicha época ya que el libro refleja más o menos lo que todo joven siente: esa sensación de incomprensión de los adultos hacia sus inquietudes y sus sueños.
La novela empieza con la expulsión de Holden, nuestro protagonista, de un exclusivo colegio privado el día de navidad y a partir de entonces empieza a narrar diferentes sucesos acerca de los días posteriores mientras vagabundea por las calles de la ciudad de Nueva York. A partir de aquí, el personaje se abre a sus lectores y comienzan a dar fruto todo tipo de pensamientos y reflexiones sobre el paso a la madurez, la sexualidad, la infancia y la muerte.
Una novela que ha hecho eco en la juventud de tantas generaciones no podía faltar en este blog dirigido a nosotros, los jóvenes. Os animo a probar suerte con esta magnífica obra de J.D. Salinger, no os dejará indiferentes.