Hay libros, películas, canciones, lugares que todos deberíamos conocer. Son placeres de la vida, igual que una cerveza fría en una tarde de verano, una buena comida o disfrutar de una puesta de sol y sentir que somos parte del escenario. La literatura, en muchas ocasiones, puede conseguir que sintamos la ficción parte de nuestra realidad. Nos enseña, nos permite soñar, nos aporta más de lo que creemos. Hoy traigo conmigo un libro así, de los que te quitan el sueño y nunca olvidas, de los que dejan huella, un referente en la literatura y fuente de inspiración para muchos escritores.
La Odisea, de Homero, es un clásico imprescindible para cualquier amante de la buena literatura. En ocasiones, cuando alguien nos recomienda un libro clásico hay algo que nos echa para atrás. “Vaya tostón”, podemos pensar o “prefiero leer algo más reciente”. La cuestión es que, muchas veces, dentro del ámbito cultural, lo antiguo es más actual que lo nuevo y, en este caso, el hecho de que sea una novela escrita hace siglos no quita que podamos entenderla a la perfección.
La Odisea es un libro de aventuras, dividido en cantos y protagonizado por Ulises, rey de Ítaca. Con un estilo poético característico de la época, más o menos el siglo VII A.C, y digo más o menos porque aún hoy se sigue discutiendo la época en que fue escrita, Homero cuenta la vuelta a casa del protagonista de su novela diez años después de partir para luchar en la guerra de Troya. Su regreso, en teoría breve tras una década fuera de su hogar, se convierte en un largo trayecto repleto de aventuras que convierten el viaje en una lucha constante.
En Ítaca su mujer, Penélope y su hijo, Telemaco, esperan ansiosos su regreso. Además, éstos tienen que lidiar con la presencia de los pretendientes de Penélope que pretenden hacerse con el trono desde la partida de Ulises a Troya. Telémaco, ya desesperado, decide seguir los pasos de su padre con el fin de encontrarlo y en el trayecto va recopilando pistas que lo acercan cada vez más a su padre. Son muchas las historias que vive Odiseo y son muchas las personas y Dioses que se cruzan en su camino; algunas veces le servirán de ayuda para aproximarse cada vez más a casa, muchas otras entorpecerán su camino.
La Odisea es una historia de superación, de lealtad, de amor y también de odio. Es una historia repleta de aventuras en las que fantasía y realidad van juntas y también es una historia en la que la astucia del personaje juega un papel fundamental.
¿Lo mejor de todo? La versión cinematográfica de los hermanos Coen que, lejos de adaptar la novela de Homero tal cual, crean su propio Odiseo y su propia historia con pinceladas Homéricas. Recomiendo leer el libro para poder entender la base de la película y disfrutar de un Ulises más moderno pero de rasgos y personalidad idénticos. Así que ahora os toca a vosotros escoger: sumergirse en una de las mejores novelas de la historia, decantarse por la película, Oh brother, o ser valiente y motivado y hacer ambas cosas.