Pues nada, ya nos ha tocado en hora y dìa inèditos hasta
ahora para. El viernes a las nueve de la noche de nuevo a Anoeta y en la
confianza de que la Real supere al colista y… En fin que se tiene que acercar
ese dìa en el que haya motivo que celebrar. Atràs el derbi, que dejò sensación agridulce
en los dos bandos, hay que seguir la carrera hasta la meta de Elche. Quizàs por
el camino llegue la confirmaciòn de un ascenso que lo estamos tocando, pero
queda el ùltimo estiròn.
Los partidos de casa pueden valer, pero de los nueve puntos
quizàs se pueda escapar alguno y fuera no andamos sobrados, tanto que desde el
16 de enero en Vigo no hemos vuelto a traernos tres puntos en los baùles que
controla el bueno de Mitxelo. Ya se sabe el panorama: En casa ante Castellòn,
Villarreal B –el pinchazo ante Las Palmas fue muy llamtivo- y Celta. Y viajamos
a Sevilla – el Betis se desmorona solo cuando estaba en tods las quinielas para
subir-, Càdiz –los amarillos se resisten a volver a la Segunda B- y cerramos
en Elche, a los que los dos ùltimos partidos les han frenado en su carrera meteòrica.
Sobre el papel està a mano. Se trata de meter goles, algo que se ha convertido
en toda una complicación para la
Real. Tres goles en los ùltimos siete partidos es demasiado
poco para el líder aspirante al ascenso. Hay que atinar màs.