Con el comienzo del curso futbolístico se termina el verano y vuelven las emociones a los campos. Anoeta acabó encendida porque la Real fue capaz de remontar los dos goles azulgranas y acabar con un punto que a la hora de partido parecía imposible. ES un buen punto que sirve para reforzar las tesis del nuevo proyecto que encabeza Montanier.
Creo que aún quedan muchas cosas por atar hasta que el técnico dé su visto bueno, porque la primera parte ante los azulgranas no es de recibo y gracis a que entre que el barça se durmió con el balón y el linier colaboró en un par de jugadas no estamos ahora hablando de derrota contundente. Quedémonos por tanto con lo mejor, el resultado final.
No soy amigo de euforias y lamento que en el querer ensalzar lo actual pequemos en tirar por tierra lo anterior. Ojalá que al término de esta temporada la Real pueda presumir de seguir en Primera, porque todos los clubes están convencidos de ello y tres se irán al agujero.
Hace un año, hace justo un año, cuando teníamos los mismos puntos después de dos jornadas, encaramos al Madrid con el mejor partido de la temporada, pero perdimos. Entonces nos pareció que aquella Real era la que queríamos y hasta el  final de la primera vuelta fue la que queríamos. Luego pasó lo que pasó, aunque el final seguimos en Primera. Firmo un resultado igual.