Los realistas vuelven después de dos días de asueto al trabajo en Zubieta. Mientras tanto, a intentar olvidar el mal trago de Mallorca y pensar que el del domingo es un partido de tres puntos y algo más.
No vale la clasificación, nunca ha sido referencia, lo que cuenta es poner todos los sentidos en el partido y desenvolverse con esa superioridad manifiesta que aparenta la Real en la actualidad sobre un Athletic aún sin victoria.
Anoeta va a estar a rebosar, pese a los caprichos de un horario que mata mucho el ambiente previo y coincide también con una fiesta de obligado cumplimiento para muchos como es la fiesta de nuestras ikastolas en Azpeiti.
Haber vendido los derechos audiovisuales tiene estas cosas, que uno no puede ni argumentar razones para que un partido tan especial se juegue a una hora más futbolera que las doce de un domingo, a la hora de tomar un aperitivo o a lo sumo rezar el Angelus.