Cuando parece que ha comenzado la cuenta atrás del cese de un nuevo entrenador en la Real no queda más remedio que regresar a la estadística para insistir en que el banquilllo realista quema uno tras otro a sus ocupantes.
Me fijo en los datos, al margen de consideraciones que podríamos hacer en función de las circunstancias que rodearon cada caso, pero los datos son escalofriantes en la última década. Ya he comentado alguna vez que Mikel Aramburu, con 400 partidos a sus espaldas, ha tenido hasta 16 entrenadores en sus trece temporadas. Y quien sabe si deberá añadir alguno más tal y como se han puesto las cosas.
Un dato significativo es que en los últimos diez años, desde el cese de Clemente en la sexta jornada después de sumar 5 de los 18 puntos posibles se han sucedido otros ocho: Alonso, Toshack, Amorrortu, Denoueix, Gonzalo Arconada, José Mari Bakero, Eizmendi, Lasarte y Coleman se marcó por voluntad propia cuando cambió el consejo.
Porque aunque Denoueix y Lasarte han aguantado dos temporadas, allí se acabó su crédito porque los dos fueron cesados aunque tenían contrato renovado para seguir un año más. Asi que además de ellos dos, que han marcado récord en la Real, sólo Amorrortu un año entero y Lillo otro, pero éste en Segunda, fueron capaces de empezar y terminar la temporada.
Insisto que son sólo números, pero unos números que tienen multitud de lecturas pero una impepinable y es que así es imposible llevar a buen puerto ningún proyecto estable.